Al Mayadeen •  Internacional •  26/04/2022

Gobierno de EE.UU. debiera comprender que América Latina y el Caribe cambiaron para siempre

El canciller cubano expresó en comparecencia ante la prensa nacional y extranjera en La Habana que «no hay cabida para reinstaurar la Doctrina Monroe y la visión panamericanista contra la que luchó José Martí y contra la que seguiremos luchando con firmeza y lealtad». La exclusión de Cuba de la Cumbre de las Américas es un retroceso histórico.

Gobierno de EE.UU. debiera comprender que América Latina y el Caribe cambiaron para siempre

El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció ante la prensa nacional y extranjera que el gobierno de EE.UU. ha decidido excluir a Cuba de los preparativos de la venidera Cumbre de las Américas, que tendrá lugar en Los Ángeles del 8 al 10 de junio.

En sus declaraciones Rodríguez Parrilla manifestó que, debía enunciar además, que la Casa Blanca ejerce en estos momentos presiones extremas sobre numerosos gobiernos de la región que se oponen de manera privada y respetuosa a dicha exclusión.

Acotó que el gobierno de los Estados Unidos engaña a la opinión pública y a los gobiernos del hemisferio diciendo que aún no ha decidido sobre las invitaciones. “Insto respetuosamente, dijo el canciller cubano al Secretario de Estado, Blinken, a que diga de manera honesta si Cuba será invitada o no a la IX Cumbre de las Américas.

«Un eje principal, según los preparativos del evento, será la salud y debo informar a nuestro pueblo y a la opinión pública internacional que en estos momentos se negocia de forma opaca, con bastantes elementos neoliberales y con muchas carencias, en relación con las necesidades reales de los pueblos respecto a la pandemia de la COVID-19, a las causas estructurales de sistemas de salud precarios que llevaron a consecuencias trágicas y provocaron un número extremadamente alto de muertes en nuestro hemisferio, incluidos los Estados Unidos de América y que evade la cooperación sustancial y los financiamientos elementales para poder abordar esas secuelas que se negocia en estos momentos de manera opaca, un plan, un llamado Plan de Acción en salud y de resiliencia de las Américas hasta el año 2030».

Más adelante manifestó que estas negociaciones se sostienen de manera oscura con la exclusión de Cuba y de otros Estados miembros de la Organización Panamericana de la Salud que participan en estos procesos en contravención a sus propios mandatos.

El canciller resaltó que Cuba, siempre de manera modesta pero altruista y persistente, ha brindado las posibilidades de cooperación internacional en materia de salud que es reconocida a escala mundial. Especificó que las vacunas latinoamericanas de la COVID son cubanas, las brigadas médicas que atendieron la emergencia de la pandemia en la región, en el hemisferio, en más de 50 países del planeta, han sido cubanas.

Destacó el canciller cubano que Estados Unidos manda soldados y no médicos, sus transnacionales farmacéuticas han lucrado de manera obscena con la pandemia de covid. El mecanismo que Estados Unidos impulsó, Covax, no ha podido satisfacer sus objetivos.

Más adelante, manifestó que el uso político que ha hecho de sus vacunas y el bloqueo que mantiene contra Cuba recrudecido a niveles extremos durante la pandemia, impidió la llegada y la adquisición de ventiladores pulmonares en los momentos de mayor demanda, dificultó la adquisición de materiales y suministros indispensables para el escalado industrial de las vacunas cubanas y quedó claramente establecido en el momento pico de la pandemia que para importar oxígeno de los Estados Unidos hacen falta licencias específicas y satisfacer excepciones al bloqueo.

El bloqueo asfixia nuestra economía, ha estado, además, acompañado, de una manera desvergonzada, de una campaña del gobierno de los Estados Unidos contra la cooperación médica internacional de Cuba y de presiones contra terceros países para tratar de privarlos de ella.

El titular del Exterior explicó que se pretende excluir a Cuba y se plantea como otro eje principal el de la emigración. También se negocia a espaldas de la opinión pública internacional, estadounidense, latinoamericana y canadiense, un documento de título largo: «Carta de entendimientos sobre gestión migratoria y protección a migrantes». Es un código que pretende obligar a los Estados latinoamericanos y caribeños a reprimir la migración, a absorber los migrantes que Estados Unidos decide procesar fuera de su territorio, que incorpora elementos de la visión estadounidense racista, xenófoba y expoliadora de nuestros migrantes, que no atiende en modo alguno las causas reales de la migración pero que sí, sin embargo, ofrece paliativos, estímulos, financiamientos e incentivos económicos a los países emisores de emigrantes a los Estados Unidos y más cercanos a su frontera para atenuar este  proceso.

El bloqueo es la causa fundamental de los problemas de nuestra economía y la política de máxima presión que aplicó el presidente Donald Trump y que aplica hoy con igual rigor el presidente Joseph Biden, incluidas las 243 medidas extremas de los últimos años o el recrudecimiento brutal que ocurrió en el 2019, son determinantes de los problemas que afronta cotidianamente nuestro pueblo, las privaciones que sufre, el desabastecimiento, los apagones, las colas, las dificultades del transporte, los precios, abundó el canciller cubano.

Doy ahora a conocer un nuevo dato con los cálculos hasta el primer semestre de 2021 de los daños del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba. Los daños acumulados a precios corrientes totalizan 150 mil 410 millones de dólares. 

Tomando en cuenta la depreciación del oro en el mercado internacional, estos perjuicios cuantifican 1 326 432 millones de dólares; 1 millón de millones más 326 432 millones de dólares para una economía pequeña y subdesarrollada como la cubana, más de 12 millones de dólares diarios, más de 365 millones de dólares mensuales es el impacto del bloqueo y claro que esta realidad se refleja también en la vida cotidiana de todas nuestras familias y claro que es también una de las causas de la emigración desde Cuba, que como en todas partes, es fundamentalmente económica; pero frente a este hecho, paradójicamente y con hondo cinismo, la conducta en materia migratoria del gobierno de los Estados Unidos ha sido cortar los canales regulares de migración de los cubanos a ese país, cortar los canales regulares, cortar los canales seguros e impedir la migración y los viajes de los cubanos hacia los Estados Unidos.

Es una política distinta a la que sigue con cualquier otro país del planeta, es selectiva y es discriminatoria. El gobierno de los Estados Unidos incumple su obligación legal, según los acuerdos migratorios firmados y vigentes, de otorgar un mínimo de 20 mil visas anuales de migrantes.

Por otra parte, con su política, su propaganda, sus instrumentos legales y su propia práctica migratoria, el gobierno de los Estados Unidos alienta la migración ilegal, trata de manera privilegiada y con burda manipulación política a migrantes irregulares cubanos. Tiene total vigencia la Ley de Ajuste Cubano que también cuesta vidas.

Su propaganda engañosa y su persistente manipulación política en las redes digitales, en particular algunas cuentas del Departamento de Estado y de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana, constituyen un aliento constante a la emigración irregular, desordenada e insegura.

Es paradójico porque acabamos de tener conversaciones migratorias oficiales que son, sin lugar a dudas, un signo positivo. El reconocimiento que ha hecho en ellas el gobierno de los Estados Unidos de la plena vigencia de los acuerdos es, sin lugar a dudas, correcto y positivo.

El reconocimiento que ha hecho la delegación de los Estados Unidos a esas conversaciones migratorias de que su gobierno ha venido incumpliendo los acuerdos migratorios, que ha descontinuado su cumplimiento y el anuncio de que desea retomar la observancia, la aplicación y el cumplimiento  de dichos acuerdos son signos positivos.

Un tercer eje de la Cumbre de las Américas es el de democracia y Derechos Humanos. En las negociaciones turbias que ocurren hoy se pretende imponer que la Organización de Estados Americanos (OEA) certifique todas las elecciones en la región. Es la misma OEA del golpe en Bolivia y es la intención de los Estados Unidos históricamente responsables de golpes de estado en nuestra región y responsables, también, de los golpes de décadas recientes contra gobiernos progresistas.

¿Cómo puede producirse una cumbre centrada en la democracia, habiendo excluido por capricho arbitrario del anfitrión a determinados países de América Latina y el Caribe? ¿Algo más antidemocrático puede ocurrírsele a alguien? El bloqueo a Cuba es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de los cubanos, de las familias cubanas en los Estados Unidos y también de los estadounidenses.

Estados Unidos no tiene autoridad moral alguna para erigirse en modelo en esta materia ni para criticar a otros. EE.UU. es el único país que no es parte de la Convención de Derechos del Niño.

Según el Censo sobre pobreza en Estados Unidos, publicado por la Organización en defensa de los niños en 2019, más de diez millones de niños, el 14,4 por ciento, vivían en la pobreza, casi la mitad en condiciones de extrema pobreza. El 71 por ciento de los niños estadounidenses  que viven en la pobreza son negros, 4,4 millones de niños sin atención ni seguro médico. Según la institución estadounidense Jóvenes Condenados a Cadena Perpetua sin Libertad Condicional y la institución Centro de Justicia Juvenil, hay hoy en Estados Unidos 2 600  presos cumpliendo sanciones de privación de libertad por toda la vida, desde que eran menores de edad.

Según otra institución estadounidense, el Fondo para la Defensa de los Niños, hay 10 mil menores de 18 años de edad estadounidenses en cárceles norteamericanas. La Unión Americana para las Libertades Civiles, también estadounidense, reporta que hay 60 mil personas privadas de libertad en Estados Unidos por debajo de 18 años de edad. En el año 2021, y como promedio en los anteriores, se han producido entre 600 mil y 700 mil detenciones de menores en Estados Unidos, por año, según  también el Fondo de Defensa para los Niños.

Sobre democracia poco podrá exhibir en esa Cumbre incompleta el gobierno de los Estados Unidos, después de la última campaña presidencial, las últimas elecciones presidenciales, el asalto al Capitolio, los llamados de políticos a la sedición y la corrupción de la política. Ofrezco al gobierno de los Estados Unidos discutir estos asuntos de manera bilateral, multilateral o incluso, en la propia Cumbre y pregunto al Departamento de Estado si permitirán a la sociedad civil del hemisferio participar sin exclusiones o serán los de la lista de la OEA, que son las organizaciones no gubernamentales  que financia el gobierno de los Estados Unidos, quienes podrán acceder a Los Ángeles.

¿Ambientalistas, activistas por el desarme, incluido el desarme nuclear, pacifistas, minorías, sindicalistas, feministas, movimientos indígenas y populares, podrán ir? Pregunto directamente si las organizaciones no gubernamentales, si los representantes de la rica sociedad civil cubana recibirán visados  para permitir su asistencia.

La IX Cumbre de las Américas podría ser todavía una oportunidad si de manera incluyente y en igualdad de condiciones para todos los países debatiera, sin exclusiones y con sincero compromiso, los problemas más acuciantes que afectan al continente.

Cuba respalda los esfuerzos genuinos por fomentar el diálogo, los vínculos y la cooperación entre nuestra América, la América bolivariana y martiana, y los Estados Unidos, entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y el gobierno de los Estados Unidos.

La exclusión de Cuba que se avizora constituiría un grave retroceso histórico en relación con las dos cumbres anteriores, en las que Cuba participó en pie de igualdad, con su voz firme, veraz, pero siempre serena, respetuosa y constructiva. Fue invitada como resultado del firme reclamo que plantean hoy numerosos gobiernos de la América Latina y del Caribe al gobierno de los Estados Unidos para que no se produzca la exclusión que denuncio.

El país anfitrión de la Cumbre no tiene ningún derecho a imponer exclusiones arbitrarias. Sería una decisión políticamente motivada  y sin otro sustento que acusaciones  falsas  y el uso de dobles raseros para ocultar la verdadera naturaleza de esa exclusión, vinculada a la política interna y electoral de los Estados Unidos.

Apoyamos las firmes y legítimas decisiones del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua, apartándose de la OEA y la Cumbre. Nos oponemos a la exclusión de cualquier país o a la participación de representantes ilegítimos y espurios, impuestos por el gobierno de los Estados Unidos.

Debiera comprender el gobierno de  Estados Unidos que la región de América Latina y el Caribe ha cambiado para siempre y que no hay cabida para reinstaurar la Doctrina Monroe y la visión panamericanista contra la que luchó José Martí y contra la que seguiremos luchando con firmeza y lealtad.

Cuba, que defiende con firmeza la unidad dentro de la diversidad de nuestra América, agradece hoy profundamente a los pueblos y gobiernos que mantienen una posición valiente, digna y solidaria reclamando al gobierno de los Estados Unidos que Cuba  no sea excluida de la IX Cumbre de las Américas.


Bruno Rodríguez Parrilla /