Elecciones legislativas en Francia: abstencionismo y apatía
- La apatía y el abstencionismo parecen ensombrecer en Francia unas elecciones legislativas claves para dibujar el tablero político de los próximos cinco años, con el oficialismo enfocado en mantener el control en la Asamblea Nacional y la izquierda centrada en lograr un resultado histórico.
El 12 de junio, primera vuelta, y el 19, la segunda, casi 49 millones de franceses estarán convocados a las urnas, a menos de dos meses de los comicios que dejaron al mandatario Emmanuel Macron por otro lustro en el Palacio del Elíseo.
Desde que en 2002 se instaurara en el país el quinquenio de gestión de un jefe de Estado, las parlamentarias han seguido a las presidenciales en el calendario electoral, siempre con el mismo resultado: el Ejecutivo haciéndose de la mayoría en la Asamblea, lo cual en suelo galo es sinónimo de luz verde para impulsar los programas de la fuerza política ganadora.
Las encuestas no reflejan este año un escenario distinto, de ahí que los últimos días de campaña sean agitados para la favorita coalición Juntos, liderada por el movimiento gobernante La República en Marcha, y la principal retadora: la Nueva Unión Popular Ecologista y Social, bloque que aglutina a las organizaciones de izquierda La Francia Insumisa, Europa Ecología Los Verdes y los partidos Comunista y Socialista.
El oficialismo anda empeñado en mantener la ventaja y la izquierda en descontar diferencias, ambos con la preocupación del índice de abstención previsto, que amenaza con ser uno de los más altos de la historia republicana.
Hace cinco años, el 57,4 por ciento de los franceses inscritos optó por no votar en las parlamentarias, que dejaron entonces a los partidarios de Macron y sus aliados con más de 350 diputados, de los 577 a la Asamblea Nacional.
Según un sondeo del Instituto Francés de Opinión Pública, el abstencionismo este mes pudiera llegar al 52 por ciento. La propia encuestadora mostró el martes pasado una ventaja de Juntos en las intenciones de voto, aunque sin garantizarle totalmente la mayoría absoluta en el hemiciclo.
Para expertos como Bruno Cautrès, otro problema es la apatía del electorado, que no siente motivación ni aprecia el tema de las legislativas, situado en el centro del debate público, lo cual pudiera obedecer a una indiferencia de no pocos ante la designación de Élisabeth Borne en el cargo de primera ministra.
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