Amigos de la Tierra condena el crimen de derechos humanos en la masacre de Melilla
• La organización ecologista denuncia la violencia ejercida contra centenares de personas en las vallas de Melilla.
• Miles de personas se manifestaban ayer exigiendo justicia y una investigación independiente aclaratoria de las circunstancias.
• Amigos de la Tierra se suma a la indignación ciudadana y exige al Gobierno que se depuren responsabilidades.
El pasado 24 de junio decenas de personas fueron asesinadas y centenares resultaron heridas, mientras intentaban saltar la valla de Melilla huyendo de situaciones conflictivas en su país de origen. Lamentamos profundamente la masacre y condena los hechos violentos, que han sido justificados por el Gobierno español. A su vez, transmitimos nuestras más profundas condolencias a las familias de las personas fallecidas.
Mostramos nuestro dolor y rechazo a este tipo de actuaciones militarizadas que atentan contra la vida de seres humanos, y pretenden establecer categorías entre personas. Así nos sumamos a las peticiones de diferentes colectivos y reclamamos abrir una investigación sobre esta violación de derechos humanos que sirva para depurar responsabilidades, y que sea un primer paso para que estos comportamientos deleznables no vuelvan a repetirse.
Lejos de condenar la situación, el Gobierno ha felicitado a la policía española y marroquí, y el presidente Sánchez calificó de «magnífica coordinación» y de situación «bien resuelta» la actuación de las fuerzas policiales a ambos lados de la frontera. Vídeos e imágenes difundidas muestran una violencia extrema por parte de la policía marroquí contra centenares de jóvenes incluso ya malheridos, y la agonía de horas que padecieron, lo que ha podido aumentar el número de muertes. Las imágenes también muestran devoluciones en caliente desde el lado español de la frontera.
Desde Amigos de la Tierra recordamos que las causas de las migraciones vienen dadas por un modelo económico cortoplacista que pone los beneficios económicos por encima de la vida de las personas, y el entramado geopolítico no responde más que a estos objetivos de mantener un statu quo, que incrementa la brecha social y económica entre el Norte y el Sur Global. Así, lejos de ser un problema de mafias, como el ejecutivo español insiste en defender, señalamos que existe una relación directa entre las migraciones y la explotación de recursos naturales, agrícolas y minerales. La mayoría de las personas que pasan por Melilla provienen de Sudán y otros países del Sahel, zona azotada por la guerra y los efectos del cambio climático.
La justicia social y la justicia ambiental son indisolubles, garantizar la protección de los derechos humanos es la máxima que debe guiar cualquier política. No podemos mirar hacia otro lado cuando miles de personas pierden la vida tratando de huir de sus países por guerras, crisis climáticas, hambre, y agotamiento de recursos, y todo ocasionado por un modelo de producción y consumo que legitima y ampara la violación de derechos humanos.
Las políticas migratorias, de acogida e integración tanto a nivel estatal como europeo han de regirse por criterios de igualdad y no discriminación. Es de obligado cumplimiento garantizar la protección de los derechos humanos y que el Norte Global asuma responsabilidades ante la deuda social, climática y ecológica generada a los pueblos del Sur Global.
Amigos de la Tierra nos sumamos a las demandas de organizaciones amigas que reclaman rutas seguras para la migración, y demanda que se apruebe la Iniciativa Legislativa Popular #RegularizaciónYa, que ponga fin a la situación irregular de medio millón de personas en el Estado español.