El nuevo WhatsApp para Windows 10 y 11 es la prueba de que muchas apps llevan años secuestrando nuestro PC
Una gran victoria para millones de PCs en todo el mundo.
Tras 10 meses en beta, ayer WhatsApp por fin lanzó su nueva aplicación para Windows. Lo relevante es que no es una leve mejoría de la aplicación que existía hasta ahora en la Tienda de Microsoft, sino que llega totalmente renovada, desde el diseño hasta el código, pues como WhatsApp explica, ahora es una aplicación nativa.
Qué pasaba con WhatsApp Desktop en Windows hasta ahora
Que una aplicación utilice Electron quiere decir que, al ejecutarla, estaremos lanzando una instancia de Chromium con una capa de ejecución de javascript Node.js. Es decir, que cada vez que abríamos WhatsApp Desktop, lo que realmente estábamos lanzando era un navegador dedicado a mostrar con algún cambio la versión de WhatsApp Web. Y como sabemos, los navegadores hoy en día no son nada ligeros, aunque su único cometido sea mostrar una sola web.
El problema es que si teniendo WhatsApp Desktop abierta también ejecutamos Slack o Spotify, que también usan Electron, no estaremos haciendo algo parecido a abrir tres pestañas de un navegador del que comparten una base de recursos, sino que estaremos abriendo tres navegadores distintos, lo que hace que el consumo de recursos se dispare mucho más que cuando hablamos de desarrollos nativos, como WhatsApp ha hecho al utilizar la Plataforma universal de Windows (UWP).
Es la propia compañía la que ha explicado las ventajas de utilizar una aplicación nativa (algo que no han hecho los últimos seis años):
- Ofrecen mayor confiabilidad y velocidad.
- Están diseñadas y optimizadas para el sistema operativo de tu computadora.
- Permiten seguir recibiendo notificaciones y mensajes incluso cuando tu teléfono no está conectado.
Así de mala era la situación, y así ha mejorado con la nueva aplicación de WhatsApp
Aunque WhatsApp ha informado de que la nueva aplicación está disponible desde ayer, la realidad es que en la Tienda de Windows aparecen sus capturas, pero aún no hemos podido descargar la aplicación desde el resultado de «WhatsApp», pues se sigue instalando la vieja app.
Sin embargo, instalando esa, la vieja, hemos podido comparar el consumo de recursos con la nueva, que podemos descargar buscando «WhatsApp Beta». Pese a tratarse de una beta, está tan avanzada que podemos sacar conclusiones de la versión final que comenzará a llegar a los equipos. Como mínimo, entendemos que mejorará lo visto en nuestras pruebas.
Esto es lo que pasa cuando abrimos Administrador de tareas para comprobar el consumo de memoria RAM en un portátil moderno con 8 GB de RAM en Windows 11:
Como vemos, sin nisiquiera comparar, hablamos de un consumo de recursos altísimo para una aplicación que tampoco es tan grande ni compleja, y en la que ni siquiera habíamos abierto aún diferentes conversaciones ni hecho scroll para tener que cargar adjuntos, notas de voz, etc. Sin embargo, la cosa puede ir incluso a más si hacemos todo eso, como vemos en la siguiente imagen.
El uso de memoria RAM se dispara hasta los 800 MB de forma estable, habiendo llegado a ver picos de 1 GB. Algo absolutamente descomunal que rivaliza con grandes programas de escritorio. Esto, en equipos con muchos recursos, con más de 16 GB de RAM, puede no ser un problema. Pero para la mayoría de equipos domésticos, abrir WhatsApp y otras aplicaciones que usen Electron, como Spotify, Slack y demás puede suponer ahogar a un equipo.
Y la prueba de que se puede hacer mejor la tenemos en la nueva aplicación de WhatsApp, cuyo consumo también hemos medido.
Al abrirla por primera vez, el consumo observado fue de unos 200 MB. Sin embargo, al volver a abrirla de ahí en adelante, tras cerrar y tras reiniciar el equipo, de media se ha quedado en unos 100 MB, como se ve en la captura. Al abrir distintas conversaciones sube un poco, pero lo normal es verla en esas cifras. Hablamos de reducir el consumo cinco veces, y mucho más si hablamos del consumo máximo de cada una de estas dos aplicaciones.
El rendimiento de la nueva WhatsApp nativa para Windows tampoco es excepcional al hacer scroll dentro de un chat, porque al fin y al cabo tiene que ir descargando todo a gran velocidad, pero el salto es tremendo. Y la cosa no solo tiene que ver con la RAM.
Haciendo una sencilla prueba de uso de CPU con todo lo demás cerrado, la vieja WhatsApp llega a usar un 60% del total del uso del sistema al hacer scroll por la lista de chats. La nueva, un 20%. Al abrir conversaciones y tener que cargar todo la cosa se iguala un poco, pero las mejoras son impresionantes.
Las razones sobre por qué una compañía multimillonaria como Meta desarrolla aplicaciones de escritorio utilizando Electron están claras: Se asegura la compatibilidad multiplataforma de una manera cómoda y rápida. Se implementan los cambios en la web, y de ahí las novedades pasan directamente a Windows, macOS y el resto. Es un desarrollo que llega a tres plataformas sin un esfuerzo extra, sumado a que hoy en día hay muchos más desarrollares web que de otras tecnologías.
Dejar de usar una web como base para pasar a código nativo como solución a los problemas de rendimiento no es algo nuevo. La propia Facebook lo hizo hace ya 10 años en Android y en iOS, cuando pasaron de HTML5 a este tipo de desarrollo.
Sin embargo, son estas empresas las que precisamente tienen recursos para hacerlo mucho mejor y contar con equipos dedicados al desarrollo nativo de cada plataforma, aunque sea más lento. De otra forma, PCs domésticos que podrían funcionar con fluidez muchos más años, se van ahogando simplemente porque las aplicaciones, como hemos visto, pasan años y años sin estar optimizadas. Hechos como este de Electron, en muchas apps, son los que me han llevado a despedirme de mi antiguo MacBook Air M1.
Fuente: Xataka