Sonia Vera: “Jorge Glas se encuentra secuestrado. Cada día que pasa demuestra que su caso es un secuestro político”
Hasta la fecha, el Gobierno ecuatoriano no permite la liberación de Jorge Glas, a pesar de que la justicia ecuatoriana le concedió el hábeas corpus el pasado 05 de agosto, y lleva 20 meses sin recibir beneficios penitenciarios. Desde la defensa del ex vicepresidente reclaman cumplir con las órdenes judiciales, tal y como ha pedido el propio Relator Especial de Independencia Judicial.
Jorge Glas continúa preso en la cárcel 4 de Quito sin opción, por el momento, a que se haga efectiva su puesta en libertad. Los recursos de hábeas corpus concedidos en los últimos meses a su favor por diversos jueces del país de nada han servido para mejorar la situación de secuestro político que sufre el ex vicepresidente, quien se encuentra sometido a la voluntad del Gobierno de Ecuador, que está haciendo todo lo posible por impedir que se cumplan las órdenes judiciales que han pedido su inmediata liberación.
En estos momentos Jorge Glas se encuentra a la espera de que se conozca la resolución de la audiencia de apelación del hábeas corpus que le concedió el 05 de agosto el juez de Portoviejo, Banny Molina, quien pidió “su inmediata puesta en libertad” por considerar que no se está respetando su derecho a la integridad física. Sin embargo, la boleta de excarcelación no se ha cumplido y el juez Molina se encuentra además preso en su domicilio, en una clara muestra del lawfare y la persecución política a la que se enfrentan quienes evidencian la vulneración de derechos del ex vicepresidente.
La presunta usurpación de funciones y simulación de funciones públicas con la que el Estado ha tratado de justificar la detención de Banny Molina no se adecúa a la realidad y es un modo de generar confusión en la sociedad. Según explicó el propio Molina, que fue convocado por la Comisión de Participación de la Asamblea el pasado viernes, cuando emitió el hábeas corpus tenía todas sus competencias vigentes para emitir dicha orden judicial y su decisión de liberarle debió ejecutarse de forma inmediata.
Sobre la validez de las boletas de excarcelación, dijo que son legales y que fueron firmadas por él. Explicó, adicionalmente, que fueron realizadas de forma manual por el actuario de su despacho debido a que el sistema Satje tuvo “varias inconsistencias”. Así, manifestó que las partes tienen derecho a apelar una resolución, “pero la sentencia es de cumplimiento inmediato”.
Al respecto de este incumplimiento judicial, Diego García Sayán, Relator Especial para la Independencia Judicial de Naciones Unidas (ONU), advirtió en días pasados que “una orden judicial firme tiene que ser cumplida” en respuesta a los obstáculos que impuso el Gobierno ecuatoriano para que el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI) ejecutara la excarcelación de Jorge Glas.
El Relator de la ONU recordó que los Principios Básicos de la Independencia de la Judicatura suscritos en 1985, que aseguran que las instituciones, sean o no gubernamentales, honrarán y obedecerán lo que disponga la magistratura. Pese a ello, el Gobierno ha hecho oídos sordos y ha decidido no cumplir la orden judicial.
Segundo hábeas corpus incumplido
Además, la Corte Provincial de Justicia de Pichincha rechazó el pasado viernes, 19 de agosto, el recurso de apelación presentado por Jorge Glas a la decisión de la Corte de Santa Elena que anuló en mayo pasado el hábeas corpus concedido por el juez Javier Moscoso de la Unidad Judicial Multicompetente de la parroquia Manglaralto y que le permitió estar tan solo 40 días fuera de la cárcel.
Esta decisión se conoció dos días después de que dos jueces de Pichincha inadmitieran otros dos pedidos de hábeas corpus que presentó Jorge Glas en contra del Servicio Nacional de Atención Integral a Privados de la Libertad (SNAI) por el incumplimiento de la boleta de excarcelación emitida por el juez Banny Molina. Esta decisión fue impugnada por las autoridades del Estado.
Tal y como declara al respecto Sonia Vera, integrante del equipo de defensa internacional de Jorge Glas, coordinado por Christophe Marchand: “Jorge Glas se encuentra secuestrado. Cada día que pasa demuestra que su caso es un secuestro político, un secuestro que no responde más que a los deseos del Gobierno de acabar y mantener en el silencio a aquellos que les resultan incómodos en su camino. Recordemos que el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria el 9 de septiembre de 2021 solicitó de manera urgente la libertad de Jorge Glas, dicho pronunciamiento es vinculante y debió ser inmediato cumplimiento por el Ecuador. Sin embargo, el Estado ha hecho caso omiso. El Estado no debería estar nunca por encima de la justicia”.
El problema es que Jorge Glas se ha convertido en una víctima de la judicialización de la política desde su detención en 2017, motivo por el que diversas organizaciones internacionales de defensa de derechos humanos y juristas han exigido hasta la fecha la libertad inmediata del ex vicepresidente.