¿Has visto estrías en el pollo del supermercado?
Un cliente de Ahorramás encuentra pechuga repleta de estrías blancas, una enfermedad causada por la falta de bienestar animal que disminuye la calidad de la carne.
Durante el día de ayer, un cliente del supermercado Ahorramás se disponía a añadir una bandeja de pollo a su carrito de la compra. Sin embargo, decidió no comprarlo al ver que estaba repleto de estrías blancas, según ha afirmado en su cuenta de Twitter.
Si las pechugas y muslos de pollo de tu nevera presentan estas estrías, significa que el producto está afectado por la enfermedad muscular denominada «miopatía con estrías blancas». Se trata de un pollo con peor calidad ya que la enfermedad empeora la calidad nutricional y textura.
Voy a ahorramas y al coger pollo tenía estas rayas blancas como estrías, lo veis normal??? No lo compro, a saber de donde viene ? #ahorramas pic.twitter.com/kMR1K8ofAy
— Hugo Diaz Carretero (@hugodc221) September 13, 2022
Si bien no son peligrosas para la salud humana, la persona consumidora ha de ser consciente de que las pechugas de pollo con estrías blancas como la encontrada en Ahorramas, dispone de una cantidad muy elevada de grasas, menos proteína y menos colágeno.
Pero, ¿por qué aparecen las estrías blancas? En la actualidad, los pollos que podemos comprar provienen mayoritariamente de la ganadería intensiva. Estos pollos corresponden a razas de crecimiento rápido, que pueden alcanzar 2,6 kg en 41 días. Esta ganancia de peso equivaldría a que un bebé humano pesara 300 kg en 2 meses de vida.
La miopatía con estrías blancas está vinculada a los pollos de crecimiento rápido, como los que encontramos en Ahorramas. De acuerdo al conocimiento disponible sobre esta enfermedad, podría estar causada por la marginación del suministro de sangre, al existir menor cantidad de capilares sanguíneos frente a fibras musculares más grandes por la aceleración del crecimiento. Esto causa déficit de vitamina E y otros nutrientes.
Cada vez son más las empresas alimentarias que buscan mejorar la calidad de sus productos cárnicos, especialmente el pollo. Más de 300 empresas europeas se han sumado al European Chicken Commitment, una iniciativa que elimina las peores prácticas en la cría de pollo mediante, entre otras medidas, la sustitución progresiva de las razas que impliquen un crecimiento muy acelerado de los animales.