Alberto Cubero, absuelto de cometer un «delito de odio» contra Vox, recuerda a los antifascistas zaragozanos condenados a 7 años de cárcel en un montaje policial y judicial
- Alberto Cubero ha querido recordar otra persecución política en su tuit de hoy: «He sido absuelto de la querella de Vox, gracias a todxs por el apoyo, pero que la alegría no os lleve a confiar en la justicia, hay 6 antifascistas zaragozanos condenados a 7 años de cárcel en un montaje policial y judicial».
- La sentencia del juzgado de lo penal número 3 de Zaragoza especifica que las palabras del concejal «no suponen una incitación directa a la violencia o el odio, que no van acompañadas de insultos ni expresiones vejatorias».
- Esta sentencia puede ser recurrida ante la Audiencia de Zaragoza en un plazo de diez días.
El concejal de Zaragoza en Común (ZeC) y Secretario Político del PCE de Aragón, Alberto Cubero, ha sido absuelto este viernes de un «delito de odio» contra la formación Vox que le imputaban tanto la Fiscalía como el propio partido de Santiago Abascal, según han informado fuentes de Zaragoza en Común. En la sentencia, la justicia no observa que existan las características legales que configuran el delito de odio.
Efectivamente, no solo el juez, sino cualquier ciudadano puede comprobar en el Artículo 510.1 del Código Penal que el objetivo principal de castigar este delito es proteger los derechos fundamentales y la libertad de ciertos colectivos de personas que tradicionalmente han sido discriminados y se encuentran en desigualdad. No es el caso de un partido político como Vox.
En el juicio, que tuvo lugar a mediados de septiembre, Cubero argumentó que «no tenía ánimo de incitar a la violencia» contra Vox cuando dijo en una comisión de Hacienda del Ayuntamiento de Zaragoza en abril de 2021 estas palabras: «Ojalá les pase lo que les pasó en Vallecas en toda España», frase que también tuiteó poco después.
El Secretario Político del PCE de Aragón se refería al mitin que llevó a cabo Vox en el barrio obrero madrileño, considerado un acto de provocación por tratarse de un lugar en el que el partido de extrema derecha no cuenta con respaldo alguno, todo lo contrario.
Aunque la concentración en Vallecas fue pacífica durante la mayor parte del tiempo, en un momento dado, y tras diversas frases incendiarias, Santiago Abascal salió de su atril y comenzó a caminar hacia el público rodeado de guardaespaldas, lo que motivó la previsible respuesta por parte de un grupo reducido del público asistente: insultos varios y lanzamiento de objetos.
Cubero justificó su intervención afirmando que esta se produjo en el marco de un debate sobre política fiscal en el que Vox defendía a las rentas más altas frente a las más bajas. Y lo dijo, asegura el fallo, «porque tenía que argumentar su oposición política a Vox con un caso concreto, y que lo ocurrido en Vallecas fue un altercado concreto con poca gente que no se puede generalizar».
En la sentencia se aclara que el acusado «se refería a la concentración pacífica que hubo y a una respuesta social pacífica, pero no desea que les pase nada malo a los miembros de Vox, y que los altercados de unos pocos no permiten calificar la concentración de violenta, ya que es responsabilidad exclusiva de sus causantes».
La titular del juzgado de lo penal número 3 de Zaragoza señala la «escasa entidad de la expresión vertida» por el imputado. De hecho, tras ver la grabación de la sesión donde se produjo el hecho, la jueza repara en que «no hubo ni una sola muestra de reprobación o queja por la intervención del acusado».
En cuanto al tuit de Cubero, la sentencia recoge que «los términos utilizados exponen un deseo, pero no un llamamiento a la violencia activa y al odio». Además, argumenta la ponente, no se da la circunstancia, necesaria, de que se requiere un plus para que cale el mensaje en el destinatario, es decir, que sepa lo ocurrido en Vallecas.
La defensa de Cubero recordó además que la manifestación convocada contra Vox estaba autorizada y que fue «pacífica» y «no degeneró en un enfrentamiento violento», pese a que «Santiago Abascal bajó de la tribuna y rompió el cordón policial»: las declaraciones de Cubero hay que interpretarlas «a la luz de la libertad de expresión» y dentro de un contexto de democrática confrontación de ideas políticas.
En las conclusiones finales del juicio, el abogado de Cubero, Ramón Campos, recordó además que «un partido político como Vox no puede ser víctima de un delito de odio. Lo ha dicho por activa y por pasiva el Tribunal Supremo».
Cientos de personas se concentraron a las puertas de los juzgados el pasado 15 de septiembre al grito de «sí ser antifascista es un delito, todas somos culpables» o «si ser comunista es delito, soy culpable». Una concentración que se enmarcaba dentro de la campaña #YoConCubero.
El Secretario General del PCE, Enrique Santiago, junto a destacados miembros de la dirección federal de Izquierda Unida, entre ellos/as su coordinador federal, Alberto Garzón, y su portavoz federal, firmaron un manifiesto para respaldar a Alberto Cubero en el marco de esta campaña, que alertaba sobre el “enorme riesgo que supone para los derechos democráticos y sociales que la Fiscalía considere un delito de odio unas declaraciones que no hacen más que alentar el combate a la extrema derecha, un hecho que no debería ser sino un ejemplo de defensa de los valores democráticos y los derechos humanos”.