Manifestación en Carabanchel en defensa de la Atención Primaria y contra el cierre de los SUAP

La reforma que la Comunidad de Madrid está realizando del sistema de las urgencias extrahospitalarias del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), una de las patas del sistema de Atención Primaria, no sólo sigue generando la indignación de sus trabajadoras y trabajadores sino también un amplio rechazo entre la población madrileña. Prueba de ello son las movilizaciones que de forma coordinada numerosas plataformas vecinales convocaron el pasado 6 de octubre ante diferentes SUAP de la capital y SAR de localidades rurales.

En Carabanchel la protesta tuvo lugar tras la manifestación semanal en defensa de la sanidad pública ante el centro de salud de Abrantes. Así, el pasado jueves 6, varias decenas de vecinos y vecinas realizaron una vigilia con velas y pancartas de las 20:30 a las 21:30n ante el SUAP de la calle Aguacate. También desplagaron y colgaron en sus paredes grandes carteles con lemas contra el desmantelamiento de las urgencias de la Atención Primaria.

Hay que recordar que el pasado 22 de septiembre, la Comunidad de Madrid, a través de la Dirección General de Recursos Humanos del SERMAS, presentó un “nuevo modelo asistencial” que implica la desaparición de los 40 Servicios de Atención Rural (SAR) y de los 37 Servicios de Urgencia de Atención primaria (SUAP) que existían hasta hora para proceder a su reapertura bajo un nuevo nombre. Así la Consejería de Sanidad quiere reabrir lo antes posible un total de 78 ‘nuevos dispositivos’ llamados Puntos de Atención Continuada (PAC) que tendrán un “cambio de funcionamiento”, todavía a definir, respecto de los anteriores servicios.

Por lo pronto el nuevo modelo asistencial de la urgencia extrahospitalaria, presentado por la Comunidad de Madrid, supone un cambio radical de las condiciones laborales de los y las profesionales actualmente adscritos a los dispositivos SAR (aproximadamente 210 médicos, además de otras tantas enfermeras y otros tantos celadores) y al SUMMA112 desplazados al Hospital Zendal (16 médicos).

Según denuncian estos profesionales, el empeoramiento de condiciones laborales que este modelo supone para los profesionales significará un castigo para un personal de Atención Primaria cuyos 40 dispositivos han sido los únicos que durante la pandemia han funcionado con absoluta normalidad, básicamente debido a que no han tenido huida de profesionales tal y como si ha ocurrido, y de manera dramática en los Centros de Salud. Según los datos facilitados por la Consejería hay actualmente un 20% de puestos no cubiertos en medicina familiar y comunitaria y un porcentaje mayor en el caso de pediatría de Atención Primaria.

Además estos mismos profesionales denuncian también que con la creación de los PAC, lo que está en juego también es el cierre de los centros de salud por la tarde. La propuesta de la Comunidad incluye que los PAC tengan una jornada ordinaria “en turno diurno de tarde”, turno, que según denuncian profesionales sanitarios, será utilizado para sustituir a la actual atención en los Centros de Salud. Esto significará que los y las vecinas perderemos definitivamente nuestros médicos y médicas de familia por las tardes y tendremos que desplazarnos a partir de las 18:00h a los PAC para ser atendidos.

Es un nuevo recorte de la Atención Primaria, la base y primer nivel asistencial del sistema sanitario público. Y no lo debemos permitir. Hay que pelear por que los cambios que haya que hacer sean dejando lo que funciona y mejorando lo que no, que no se pierdan derechos laborales y que garanticen una Sanidad Pública , Universal y Gratuita para toda la población madrileña sin maltratar y pisotear a sus trabajadores.

Por eso un jueves más llamamos al vecindario a movilizarse y participar en las protestas, no queremos que se normalicen su desmantelamiento, que demos por buenos los recortes, que nos acostumbremos y aceptemos una situación de maltrato que para miles de madrileños y madrileñas deja nuestro derecho a la salud en papel mojado.

Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad, no sólo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!