Podemos Andalucía apoya la huelga de los trabajadores del servicio de a bordo de Renfe
La empresa concesionaria del servicio, Ferrovial, ha precarizado las condiciones de los trabajadores pese a obtener beneficios e incumple el convenio colectivo sistemáticamente.
Podemos Andalucía ha mostrado hoy su apoyo al colectivo de trabajadores en huelga de la empresa Ferrovial que presta el servicio de catering a bordo en los trenes AVE y de larga distancia y ha exigido a la empresa que se siente a negociar con los trabajadores y a RENFE que no se desentienda de la suerte de un colectivo de 1900 asalariados, de los que aproximadamente 250 son andaluces.
El parlamentario andaluz Jesús de Manuel ha mantenido hoy un encuentro con representantes del comité de empresa frente a la estación de Sevilla Santa Justa en el que ha podido conocer de primera mano la «difícil» situación por la que atraviesa este colectivo. Desde que la constructora Ferrovial se hizo con el contrato del servicio de catering a bordo de los trenes de larga distancia y AVE de RENFE en 2013, las condiciones laborales de este colectivo no han hecho más que empeorar. Primero se produjeron más de 200 despidos y posteriormente la empresa se desvinculó del convenio y se negó a firmar uno nuevo.
Los trabajadores están desarrollando una huelga de 3 días que es la tercera ya este año, sin que hasta ahora hayan conseguido que Ferrovial acceda a negociar un convenio con la representación legal de la plantilla, el comité de empresa.
Lejos de adoptar una actitud negociadora, los trabajadores se quejan de que la empresa ha adoptado un comportamiento “agresivo y regresivo” hacia los trabajadores, poniendo sobre la mesa un ERTE que supondría una importante merma salarial para más de 400 empleados del servicio de catering a bordo de Ferrovial.
Según ha explicado Jesús de Manuel «asistimos a un caso más de una empresa o administración pública que subcontrata servicios a costa de bajar salarios, aumentar la precariedad y eliminar derechos de los trabajadores». Ello se traduce en una merma de la calidad del servicio prestado a los usuarios, en este caso del transporte ferroviario. En este caso, ha explicado, volvemos a ver a una empresa del sector de la construcción que, tras la época dorada de los pelotazos urbanísticos y las grandes obras de infraestructuras, reorienta parte de su actividad hacia un sector totalmente ajeno a su actividad inicial pero con mercado asegurado y que se sigue llenando los bolsillos a costa de la explotación de la mano de obra.