47 años de la muerte del dictador Franco
- El 20 de noviembre de 1975 se anunció la muerte de Francisco Franco, acelerando el proceso de transformación del régimen autoritario.
Los españoles recuerdan este domingo el 47 aniversario del fallecimiento del dictador Francisco Franco, suceso que provocó la caída del régimen totalitario que había estado en el poder en el país europeo desde 1939.
Franco (1892-1975) había caído enfermo semanas antes, sin embargo, fue la noche del 20 de noviembre de 1975 cuando el entonces presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, anunció en la televisión nacional española su deceso, lo que abrió el periodo denominado la Transición y que culminó con el retorno de la democracia.
Franco instauró su régimen tras ganar la guerra civil (1936-1939) a los republicanos y lo consolidó con alianzas con el nazismo alemán y el facismo italiano, así como con sectores ultramontanos del clero católico y a base de una represión brutal de los opositores.
A partir de 1959, el régimen franquista dio comienzo al denominado Plan de Estabilización, un conjunto de medidas para estabilizar y liberalizar la economía española y abrirla al exterior.
Como consecuencia, España comenzó un incipiente proceso de transformación económica que trataba de poner fin a la eterna posguerra que atravesaba el país. Su tímida apertura y su acercamiento a Occidente generaron, entre otros aspectos, la división de la clase política, el incremento de la oposición y de los movimientos sociales.
El caso Añoveros
Arias Navarro, al iniciar su Gobierno en 1974, propuso un proceso de apertura democrática, sin embargo, duró poco esa voluntad aperturista.
En febrero de ese año, Arias Navarro ordenó un arresto domiciliario y estuvo a punto de mandar al exilio al obispo de Bilbao, Antonio Añoveros Ataún, quien en una homilía se mostró a favor del uso de la lengua vasca y defendió los valores y cultura de los vascos.
El Vaticano y la Conferencia Episcopal española respaldaron a Añoveros Ataún y amenazaron con excomulgar a todo los funcionarios del Gobierno si se materializaba la expulsión del obispo.
El 12 de marzo de 1974 fue ejecutado a garrote vil el anarquista catalán Salvador Puig Antich, condenado a la pena de muerte por el homicidio de un comisario de policía. La ejecución generó una ola de indignación y condena en toda Europa.
Arresto de militares democráticos
En 1975 crecieron las expresiones de rechazo al régimen totalitario por parte de los sectores estudiantiles y obreros, además del accionar de la organización separatista vasca ETA.
Aunado a esto, en el verano de ese año se produjo el arresto de varios miembros de las Fuerzas Armadas, quienes fueron acusados de pertenecer a la clandestina Unión Militar Democrática (UMD).
Fusilamientos de septiembre de 1975
El 27 de septiembre de 1975, el régimen agonizante fusiló a cinco personas. Fueron los últimos fusilados del franquismo que, se estima, ejecutó a unas 50.000 personas por ese sistema.
Los ajusticiados fueron José Luis Sánchez-Bravo (21 años); Ramón García Sanz (27 años); José Humberto Baena (25 años); Juan Paredes Manot “Txiki” (21 años) y Ángel Otaegui (33 años).
Sánchez-Bravo, García Sanz y Baena eran militantes del Frente Revolucionario Antifacista y Patriótico (FRAP), mientras que Manot “Txiki” y Otaegui eran de ETA.
Fueron acusados de haber asesinado a un policía y a tres guardias civiles.
Los involucrados fueron encontrados culpables en un proceso sumarísimo, es decir, que no tuvieron las garantías procesales, pues el expediente judicial se tramitó en pocas horas.
Ni Franco ni Arias escucharon el clamor mundial, incluido el del entonces Papa Paulo VI, de que conmutaran la pena de muerte, que ocurría en plena Europa democrática y del Mercado Común y de defensa mundial de los derechos humanos.
Dos meses después sobrevendría el fallecimiento del dictador Franco, que dio inició a la transición democrática española y que devino en la actual monarquía parlamentaria.