ABI •  Internacional •  01/12/2022

Bolivia apuesta por resolver 17 problemas de aguas transfronterizas con Chile tras el caso Silala

El Gobierno de Bolivia apuesta por emplear los mecanismos científicos, como lo hizo en el caso Silala, para resolver los 17 problemas de aguas transfronterizas que mantiene con Chile.

Bolivia apuesta por resolver 17 problemas de aguas transfronterizas con Chile tras el caso Silala

La Paz, 30 de noviembre de 202 (ABI). – Hay que utilizar “este método de información científica para resolver otros 17 problemas que tenemos con Chile sobre aguas transfronterizas, llámese Lauca y otros”, señaló Sebastián Michel, vocero boliviano del caso Silala.

Este proceso concluirá este 1 de diciembre con la lectura de la sentencia por parte de la presidenta de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), la jueza Joan E. Donoghue.

En el marco de este juicio, iniciado por Chile en 2016, Bolivia contrató a la consultora internacional Danish Hydraulic Institute (DHI) para que realice un estudio técnico de los flujos de agua superficial y subterránea del Silala.

Los estudios de DHI se basaron en un extenso programa de caracterización hidrogeológica del Silala, que incluyó la perforación de 29 pozos de profundidades entre cinco a 140 metros, y la instalación de diversos mecanismos para monitorear los niveles de agua.

Con ese trabajo, que se desarrolló entre febrero de 2017 y marzo de 2018, se determinó que “el Silala es de naturaleza compleja y está compuesto por un sistema acoplado de aguas subterráneas y superficiales que se origina en territorio boliviano (aguas arriba) y se extiende hacia Chile (aguas abajo)”.

Michel destacó la importancia del trabajo de DHI pues permitió sustentar la defensa nacional del Silala en información técnica científica que ni Chile poseía.

De hecho, durante las audiencias orales, celebradas en abril de este año, el especialista que representa a Bolivia, Rodman Bundy, preguntó a los expertos científicos de Chile, Howard Weather y Denis Peach si habían visitado los nacientes del Silala en territorio boliviano.

“Pues no, no hemos podido visitar la parte boliviana del Silala, por recomendación del Gobierno de Chile. Ahora, el sitio -el Silala- lo conocemos. Desde la montaña se ve bastante bien”, respondió Wheater.

El especialista chileno admitió que Bolivia entregó en dos ocasiones a Chile la información que DHI había obtenido.

El vocero indicó que el gran logro de este proceso es que se basó en “información técnica científica” y estuvo al margen de otras presiones como las geopolíticas.

Pero al margen de ello, Michel abogó por resolver los conflictos pendientes con Chile incluido el derecho boliviano a un acceso soberano a las costas del océano Pacífico.

“Chile va a ser nuestro socio o nuestro competidor en el litio, tenemos que sentarnos con Chile con una hoja en blanco y no con una hoja llena de borrones y problemas dependientes y asuntos sin resolver. Tenemos que hacer una agenda de futuro sin renunciar a nuestra salida al mar, pero generando una agenda más limpia”, insistió.

Además del tema marítimo, uno de los tópicos con mayor discrepancia es el referido al desvío del río Lauca por parte de Chile y que llevó a romper las relaciones bilaterales en 1962.

Durante las audiencias orales por el caso Silala, el 11 de abril, la agente chilena Ximena Fuentes dijo que existe “otra disputa de larga data entre Chile y Bolivia sobre el río Lauca”, donde, a diferencia del caso Silala, Chile es el Estado aguas arriba y Bolivia el Estado aguas abajo.

El 13 de abril, el agente boliviano Roberto Calzadilla consideró impertinente la alusión de Fuentes al río Lauca y enfatizó que éste “fue canalizado y desviado unilateralmente por Chile, sin cumplir ninguna obligación de derecho internacional”.

“Fue precisamente la violación de los derechos de Bolivia por parte de Chile, lo que llevó a la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos países”, agregó Calzadilla en esa ocasión.

Jfcch/Mac


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