Acuíferos Vivos denuncia las afecciones de la ganadería industrial en Almería
Acuíferos Vivos denuncia la proliferación del modelo de ganadería superintensiva, su excesiva concentración en municipios del interior de Almería que se utilizan como «zonas de sacrificio»; provocando el deterioro y la contaminación medioambiental, además sobreexplotación de los Acuíferos. Junto al declive económico y social de la población afectada.
Comunicado
Esta asociación defiende el agua como un derecho humano universal, debiendo ser prioritario el uso doméstico y garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas, bajo esta premisa se une a la «Semana stop ganadería industrial» señalando los graves daños que genera este modelo en los territorios donde se implanta.
Así, se analiza la contaminación atmosférica en la provincia de Almería según el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes del año 2019 (último año del que hay registro), existen 31 empresas de cría y engorde porcino con más de 2.000 cerdos cada una, emiten al año 1,400.000 kg de metano y 565.100 kg de amoniaco.
A lo que habría que añadir los 60.920 metros cúbicos de purines, que generan anualmente la limpieza de las naves de cría y engorde de estos animales, empleando 6 metros cúbicos de agua por cerdo y año; ocupando un volumen equivalente a 16 piscinas olímpicas.
También es muy importante el consumo de agua, 12 litros diarios para la alimentación de cada animal, a lo que habría que añadir los 31 millones de litros anuales que se gastan de promedio en limpieza de cada una las naves de estas empresas.
Algo especialmente grave en una provincia como la nuestra, con escasez de recursos hídricos, la mayoría de sus acuíferos sobreexplotados y viviendo una situación de emergencia climática, que augura años con largos periodos de sequía y avance de la desertización.
Este modelo de ganadería industrial se lleva a cabo en unas pésimas condiciones de bienestar animal, estabulados, sin apenas espacio para moverse, consiguiendo durante 100 días que malviven en la nave de engorde 85 ó 100 kg. los necesarios para ser sacrificados.
La situación de extremo estrés que viven los animales, unido a la ingesta de productos sanitarios, antibióticos, acaban afectando gravemente la calidad de la carne, embutidos y productos derivados y por ende a la salud de las personas que se alimentan de ellos.
Además este modelo de ganadería superintensiva acaba con la ganadería familiar tradicional, convirtiendo a los ganaderos en obreros que trabajan en régimen de franquicia para las grandes empresas cárnicas, quienes les suministran: lechones, piensos, insumos sanitarios y compran al precio fijado por ellas los animales una vez aptos para ser sacrificados; con lo cual el ganadero pone sus instalaciones y su trabajo al servicio de una empresa pasando a depender totalmente de las multinacionales e intranacionales.
Y por si fuera poco, estas grandes empresas de cría y engorde porcino apenas generan puestos de trabajo; ya que al estar muy tecnificadas, un par de personas manejan perfectamente de 2.000 ó 7.000 cerdos que contiene este tipo de explotaciones.
Acuíferos Vivos denuncia la proliferación de este modelo de ganadería superintensiva, su excesiva concentración en municipios del interior de Almería que se utilizan como «zonas de sacrificio»; provocando el deterioro y la contaminación medioambiental, además sobreexplotación de los Acuíferos. Junto al declive económico y social de la población afectada.
Que las Administraciones: Local, Autonómica, Nacional y Europea NO impulsen ni doten esta ganadería industrial, con millones de euros de fondos públicos propios o recibidos desde la Política Agraria Común de la Unión Europea.
El agua es viva. Y sin agua no hay futuro.