Gobierno de Brasil relanza programa habitacional
Al expresar que apuesta por reconstruir otro país, el jefe de Estado refirió que «el pueblo brasileño volverá a desayunar, almorzar, cenar, vivir, estudiar, trabajar,»
El Gobierno de Brasil relanzó este martes el programa habitacional Minha Casa, Minha Vida con la entrega de 684 viviendas en Santo Amaro, en el estado de Bahía, de un total de dos millones que espera otorgar durante el mandato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El mandatario firmó la Medida Provisional para relanzar el programa que de acuerdo al Gobierno federal generará un millón de empleos en un contexto dejado por el expresidente Jair Bolsonaro de casi 12 millones de brasileños desempleados.
“La rueda de la fortuna de este país empieza a girar desde hoy. Vine a entregar la llave de una casa a una mujer que casi no puede recoger la llave de tanta emoción, porque su casa estaba amueblada, manifestó el presidente.
Al expresar que apuesta por reconstruir otro país, el jefe de Estado refirió que “el pueblo brasileño volverá a desayunar, almorzar, cenar, vivir, estudiar, trabajar, tener acceso a las cosas que todos deberían tener”, en un país donde el hambre volvió a ser una realidad para 33 millones de personas.
Con la claridad de que el pueblo brasileño necesita volver a ser feliz, Lula da Silva refirió “que está seguro de que los próximos cuatro años serán los mejores de mi vida y los mejores del pueblo brasileño. Porque vamos a volver a tener esperanza, alegría”.
“La dignidad vuelve a manos del pueblo brasileño y miles de familias de bajos recursos realizarán su sueño de tener casa propia y recuperar su dignidad”, expresó.
Medios locales afirman que “con subsidio entre 85 por ciento y 95 por ciento, la prioridad de la nueva etapa del programa es el financiamiento para familias con renta bruta de hasta 2.640 reales, el doble del valor del nuevo salario mínimo, que debe entrar en vigor en mayo”.
La iniciativa creada por Lula da Silva el 2009 benefició a más de 10 millones de personas, antes de ser interrumpida por Jair Bolsonaro, quien provocara también que los brasileños tuvieran que elegir entre comer y tener un techo.