Resumen Latinoamericano •  Internacional •  24/05/2017

Trump visitó el Muro de los Lamentos y proclamó su apoyo incondicional a Israel y redobló ataques a Irán

En su visita a Israel, el mandatario insistió con sus críticas a Irán y el premier Netanyahu elogió el giro de la política estadounidense.

Trump visitó el Muro de los Lamentos y proclamó su apoyo incondicional a Israel y redobló ataques a Irán

Donald Trump se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en ejercicio en visitar el Muro de los Lamentos, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, lugar al que no suelen asistir otros mandatarios para no importunar a los palestinos. Trump dijo haber visto una “rara oportunidad” de cambiar la situación en la convergencia de intereses entre los países árabes e Israel frente al extremismo y a Teherán. “Debemos aprovechar la situación. Lo que puede suceder ahora, antes nunca hubiera podido suceder”, declaró el mandatario republicano junto a Benjamin Netanyahu.

El primer ministro israelí lo elogió por reafirmar el liderazgo estadounidense en Medio Oriente, luego de la reunión entre ambos para hablar de la situación en la región. Israel desplegó más de 10.000 policías para garantizar la seguridad durante la visita de Trump y cerró varias de las calles principales de la ciudad. La visita al emblemático sitio israelí fue ensombrecida por un nuevo ataque con arma blanca en el que un agresor palestino resultó muerto. En Cisjordania, al menos 100 palestinos resultaron heridos durante la represión militar israelí a protestas de apoyo a una huelga de hambre de presos palestinos en cárceles israelíes y en el marco de un paro general que coincidió con el arribo del magnate neoyorquino.

El Air Force One que trasladó al presidente estadounidense y a su comitiva desde Arabia Saudita aterrizó al mediodía en el aeropuerto internacional Ben Gurion. Trump, que fue recibido por su homólogo israelí, Reuven Rivlin, y por el primer ministro Benjamin Netanyahu, elogió en un breve discurso la relación entre Estados Unidos e Israel. A su llegada a la plaza del Muro Occidental, a Trump –que llevaba un kipá negro– se le unió su yerno y asesor en asuntos de Cercano Oriente, Jared Kushner, que también llevaba el gorro religioso judío.

Sin embargo, el presidente entró solo a la sección masculina del área de plegarias, que están separadas por sexos. Trump cerró los ojos y apoyó la mano en el muro. Luego introdujo un pedazo de papel en la pared. Ningún responsable israelí lo acompañó en la visita. Cualquier presencia de un hombre del gabinete de Netanyahu podría haberse interpretado como un reconocimiento de Estados Unidos de la soberanía de Israel en ese lugar. No muy lejos de allí se extiende la Explanada de las Mezquitas (el Monte del Templo para los judíos), el tercer lugar más sagrado para los musulmanes. Por su dimensión religiosa y política, Jerusalén es el centro del conflicto israelo-palestino. Por un lado, Israel considera toda la ciudad como su capital indivisible. Los palestinos, por otra parte, quieren hacer del este de Jerusalén la capital de su Estado, al que aspiran desde hace décadas. Israel conquistó durante la Guerra de los Siete Días, en junio de 1967, la parte oriental de Jerusalén y más tarde anexionó ese sector.

El jefe de la Casa Blanca subrayó el vínculo indestructible que existe entre Israel y Estados Unidos. “No vamos a permitir nunca que se repitan las atrocidades del siglo XX”, afirmó en alusión al exterminio de seis millones de judíos durante el nazismo, sin mencionar la palabra Holocausto.

 


Donald Trump /  Israel /