Un trabajador muere decapitado por un montacargas en situación irregular en la empresa de conservas y congelados Elmiñarro
- Desde la Confederación General del Trabajo han querido solidarizarse con las familiares y compañeras del trabajador asesinado por negligencia patronal
La mañana del viernes 17 de marzo, sobre las 9:00 h., Javi, un trabajador de Elmiñarro Conservas y Congelados -situado en Polígono Industrial La Cala, en la calle Alacant número 45 de la localidad de Finestrat, Alicante – , ha quedado atrapado por un montacargas con el resultado fatal de su decapitación y posterior fallecimiento.
La empresa, perteneciente a JOSÉ CARRILLO E HIJOS S.L., tal y como manifiestan las trabajadoras del grupo empresarial Elmiñarro, “lleva más de 5 años sin realizar ningún tipo de inspección laboral”. I añaden: “el montacargas en cuestión no dispone de barras de seguridad ni ha pasado ningún control o revisión.
Por otro lado, las trabajadoras manifiestan, ante este nuevo caso de violencia patronal, que no han recibido ningún tipo de formación sobre riesgos laborales y carecen de Equipos de protección Individual (EPI), que en muchas ocasiones son las trabajadoras quienes los aportan por cuenta propia.
Ante el fallecimiento de Javi, según denuncian las trabajadoras “de manera anónima por el miedo a recibir represalias por parte de una empresa que no se responsabiliza de su seguridad”, los responsables de la empresa han solicitado que “abandonaran las instalaciones inmediatamente pera regresar a las 15:00 h. a seguir el ritmo de producción”. Y concluyen: “es intolerable que, después de haber presenciado el accidente mortal de un compañero y sin una inspección ni revisión de los protocolos debida, poniendo en peligro al resto de compañeras, se nos exija volver a nuestros puestos de trabajo”.
Des de la central anarcosindicalista CGT se han solidarizado con las compañeras y familiares de Javi, el trabajador fallecido, ante “otro caso de violencia patronal donde se vuelve a mostrar el lado más inhumano de la lógica capitalista que concibe a la trabajadora como una herramienta más, susceptible de ser desechable y repuesta”.