El estudiantado decide avanzar hacia una jornada de lucha el próximo 27 de abril

El pasado mes de marzo los sindicatos estudiantiles Frente de Estudiantes y Estudiantes en Movimiento abríamos una fase de asambleas en centros de estudio de todo el país, que abarcara universidades, institutos, centros de enseñanzas artísticas, etc. El objetivo de estas asambleas era claro: generar espacios coyunturales de organización y deliberación que decidieran sobre los nuevos pasos del movimiento estudiantil. Es de todo este proceso del que nace la convocatoria de una jornada de lucha estatal para el próximo 27 de abril.

Tomamos en las manos los aprendizajes de la Huelga General Estudiantil del 24 de marzo de 2022, recogemos lo sembrado durante los últimos meses y estructuramos fuerzas en torno a una fecha unitaria. Volvemos a alzar la voz frente a la Reforma Educativa, el modelo de prácticas, los mecanismos de represión… y subimos un peldaño más en esa escalada de movilización estudiantil.

Las reivindicaciones generales que mueven la jornada de lucha del 27A están ya ampliamente arraigadas en los centros y son conocidas –que no atendidas– por el Gobierno Central. Lo decimos alto y claro:

• Paralización de las leyes educativas y apertura de un proceso de participación real de la comunidad educativa, de sus estructuras y de sus asambleas en la toma de decisiones.
• Derogación de la LCU y toda normativa represora de la acción estudiantil y popular.
• Laboralización de las prácticas curriculares y extracurriculares con equiparación salarial y en derechos, aplicando estas mismas premisas a las ya reconocidas “prácticas laborales”.
• Aumento de las becas con la mirada puesta en una educación plenamente gratuita. Gratuidad, de igual forma, de todos los servicios y necesidades que se desprenden del estudio.
• Fuera empresas privadas de la educación. Defendemos una educación totalmente pública, de calidad y en igualdad, con mayores recursos, más personal, mejores condiciones y verdadero acompañamiento al desarrollo integral y humano del estudiante.
• Dotación de personal y recursos a la sanidad pública y a nuestros centros educativos para abordar, entre otras cosas, la salud mental. ¡Cuidados gratuitos, universales y de calidad!
• Exigimos el acceso a la vivienda, la energía y otros bienes como derechos del pueblo trabajador y no mercancías. ¡No queremos elegir entre estudiar o mantenernos!
• ¡No a la guerra imperialista! El estudiantado y los pueblos no tienen nada que ganar en guerras ajenas, bajo intereses ajenos.

¡Hacia el 27A!

¡Fortalezcamos el movimiento estudiantil!