Asturias: «No se puede permitir más violencia y salvajismo con las especies animales»
El pasado viernes dejaron dos cabezas de lobo en las escaleras de acceso al Ayuntamiento de Ponga, en San Juan de Beleño.
Los lamentables sucesos del viernes en Ponga, vuelven a sacar de nuevo el salvajismo con las especies animales, No es la primera vez de estas brutales acciones de violencia: cabezas de lobos en señales, plazas y otros sitios públicos, matanzas ilegales, furtivismo, envenamientos, prender fuego a coches de la guardería ambiental, coacción y violencia contra las viviendas, cabañas, coches, propiedades o directamente a las personas que defienden el derecho a la existencia de la fauna natural. Actos de violencia que gozan de una alarmante impunidad, falta de persecución (nunca se localizan a los culpables) y hasta justificación por quienes ostentando cargos públicos deberían velar por el interés general nuestro y de la naturaleza y ser ejemplares en defender la imparcialidad y la legalidad, lo que no hace sino avivar la llama de una violencia creciente que es enemigo absoluto del debate que debería caracterizar a una verdadera democracia y de la objetividad y fundamentación científica que debería ejemplarmente guiar el funcionamiento del gobierno y administración pública.
Aunque el Presidente del Gobierno de Asturias declara que “condena» lo sucedido porque “abatir un lobo ibérico es un delito medioambiental sancionado en la legislación vigente”, esto es gracias a la protección legal otorgada por la inclusión de la especie en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial que el mismo Gobierno de Asturias quiere eliminar hasta el punto de anunciar, justo a continuación de la supuesta condena del Presidente por ser delito y justo donde esto ha ocurrido, declaró en Ponga que emprenderán acciones judiciales para lograr la desprotección del lobo para que deje de ser delito matarlo. Además miente al decir que arbitrariamente no permiten al Gobierno de Asturias matar lobos cuando supuestamente solo sería necesario tener un “censo actualizado”, omitiendo que es requisito legal (y lógico) que “no exista otra solución satisfactoria, esto es cuando se haya demostrado que se han aplicado adecuadamente por parte de las explotaciones afectadas medidas preventivas o de protección del ganado, y estas hayan resultado ineficaces”, condición que no se cumple en Asturias (donde la aplicación de medidas preventivas o de protección del ganado brillan por su ausencia).
El lobo es una especie en recuperación, estuvo a punto de extinguirse y aunque haya mejorado su estado o categoría de amenaza poblacional sigue sin ser una especie no amenazada y requiere protección.
El Plan de Gestión del Lobo en Asturias y todos los programas anuales se basa en la premisa de “matar lobos para reducir daños” pero esta idea es demostradamente equivocada: todos los estudios científicos indican que matar individuos no reduce daños sino que aumenta daños a continuación salvo que se mate a un gran porcentaje de la población que ponga en riesgo la viabilidad poblacional de la especie. Todas las revisiones científicas, y así incorporan las guías de muchos países, señalan que para reducir daños lo que hay que hacer es aplicar medidas preventivas. Lamentablemente el gobierno asturiano insiste empecinadamente en la errónea estrategia de matar lobos y ningunea las medidas preventivas. Cuanto más tiempo se perpetúe una estrategia asturiana basada en matar lobos en lugar de medidas preventivas, más daños al ganado y mayor malestar social habrá, cuando es algo corregible. Si además se apoya o justifica a quien practica la violencia para imponer sus prejuicios, se pone en peligro la propia paz social.
Requerimos al gobierno y a la administración pública asturiana:
1) La reducción de los daños por lobos debe necesariamente fundamentarse como pilar principal en la adopción de medidas protectoras y preventivas de daños. Las personas y colectivos relacionados deben ayudar a promocionar y difundir esto, y el gobierno debe asumirlo e interiorizarlo como base fundamental de la gestión del lobo, promoviendo campañas informativas y ofreciendo asesoramiento científico-técnico y ayudas económicas adecuadas para fomentar su adopción.
2) El pago de daños debe ser rápido, ajustado a los precios reales, siempre fundamentado en la comprobación genética de la autoría del daño y condicionado a la adopción de medidas protectoras y preventivas de daños.
3) Si existieran, deben estudiarse con rigor científico-técnico aquellos casos en los que la adopción de medidas protectoras y preventivas de daños nos demostrasen la eficacia esperable, para mejorar su diseño e implementación. Solo si existieran casos en que no fuera posible la adopción de medidas protectoras y preventivas eficaces podría consideradarse una medida justificable la extracción de lobos, siempre referidos a individuos concretos y nunca mediante el establecimiento de cupos.
4) Debe promoverse la creación, gestión y otorgamiento (basados en los criterios de transparencia y rigor científico-técnico) de «sellos de eco-coexistencia» a aquellas actividades que coexistan con el lobo apoyando los puntos anteriores y promocionen la coexistencia frente a la enemistad con el lobo.
5) Reclamamos que el Gobierno de Asturias deje de querer eliminar y pase a defender la protección legal que permite que lo sucedido sea delito. Igualmente reclamamos a Alejandro Jesús Calvo Rodríguez, Consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial que rechace y condene públicamente y sin matices los actos violentos que están llevando a cabo en las últimas semanas que hemos denunciado.
- Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
- Colectivo Ecologista de Avilés
- Prolobos Asturias
- Grupo Naturalista Mavea
- Asociación de Animales con Derecho y Libertad
- Ecoloxistes n’Aición d’Asturies
- Ereba Ecología y Patrimonio
- SOS Cuideiru
- Asociación Medioambiental la Cirigüeña
- Movimiento Liberación Animal Asturias
- Instituto para la Calidad y la Educación Ambiental
- Coordinadora Ornitolóxica d’Asturies
- Teachers for future
- Asociación Geotrupes
- Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica