Sostienen que «hay margen, mucho margen, para aumentar los salarios, en especial los más bajos, y crear y mejorar la calidad del empleo»

El IPC sigue en valores negativos en España pero, sobre todo, la evolución de los precios en nuestro país está un punto por debajo de la media de los países de la Unión Monetaria. Y esto significa varias cosas: que lejos de sufrir tensiones inflacionistas el riesgo más inmediato es la deflación; que la actividad económica en Europa aún es débil; que en España tenemos un amplio margen para subir los salarios, empezando por el SMI, para mejorar el nivel de vida de las personas asalariadas por un lado y para consolidar la recuperación por otro.

El objetivo orientador en la política monetaria del BCE es situar la inflación en el entorno del 2% y eso que antes era un límite por arriba ahora parece un objetivo difícil de alcanzar. En una situación de elevado desempleo, en especial en los países del sur de Europa, el dato del IPCA de junio confirma la necesidad de dar continuidad a la política monetaria expansiva que con mucho retraso está aplicando el BCE, pero que por sí sola es insuficiente para combatir el riesgo del “estancamiento secular” y hace falta acompañarla de otra política presupuestaria que deje atrás la austeridad e impulse el crecimiento.

España lleva ya muchos meses con una inflación por debajo de la media, lo que supone ganancias de competitividad vía precios, dándonos un margen que debe ser utilizado para recuperarnos de los durísimos efectos de la devaluación salarial sufrida en los últimos años. Hay margen para hacerlo y es de justicia hacerlo: los salarios, en especial los más bajos, empezando por el SMI, tienen que crecer de forma sostenida, recuperando poder adquisitivo para mejorar la vida de la gente y para consolidar el crecimiento impulsando la demanda interna.

La tasa mensual de variación de los precios fue del 0,5% en junio, la misma variación que en el mes anterior y dos décimas por encima de junio de 2015. Los grupos que más tiraron hacia arriba de los precios fueron la vivienda, como consecuencia de la subida de los precios en la electricidad y el gasóleo, el transporte, porque suben los carburantes en términos mensuales y ocio y cultura empujados por el incremento de los precios de los viajes organizados. En el sentido contrario solo hay un grupo con efectos significativos de reducción de precios en términos mensuales, es el vestido y calzado que recoge el inicio de la temporada de rebajas..

Los estímulos monetarios adicionales planteados han sido insuficientes, hasta la fecha, para sacar a la Eurozona de la zona de peligro de deflación y de estancamiento secular en los que se encuentra, así como para recortar de manera apreciable su abultado volumen de paro: 17,4 millones de desempleados. Para romper este impasse, es urgente que los países en mejor situación, como Alemania, aumenten su inversión pública y sus beneficios sociales, o que permitan, al menos, que se financie con eurobonos un programa de inversión paneuropeo, y se relajen los plazos de consolidación fiscal.

Una negociación colectiva fuerte para que los trabajadores y trabajadoras participen de la prosperidad de las empresas, y se acabe con la inestabilidad del empleo, que exige derogar las dos últimas reformas laborales

El crecimiento económico se sitúa en el 3,4% interanual en el primer trimestre, aunque se está desacelerando ligeramente, mientras que los ingresos y beneficios empresariales suben, debido a que las empresas no trasladan a precios toda la caída del precio del petróleo y las materias primas, al recorte de sus costes de financiación, la bajada del impuesto de sociedades y la devaluación de los salarios provocada por la crisis y la reforma laboral. De hecho, las empresas ya han recuperado en 2015 el excedente empresarial que tenían antes de la crisis. El crecimiento y los mayores beneficios tienen ahora que repartirse en forma de más puestos de trabajo, de empleo más estable, y de salarios que ganen poder de compra. La creación de empleo y el aumento del poder adquisitivo de los salarios son los dos factores que más hacen por consolidar el crecimiento y su sostenibilidad, al disminuir la desigualdad. En mayo la negociación colectiva alcanzaba a 4,8 millones de trabajadores que tienen un convenio con efectos económicos en 2016, cuya subida media pactada se sitúa en el 1,14%.

Recuperar y alcanzar unos niveles salariales decentes que eviten la pobreza laboral, permitan llevar una vida independiente y garanticen la sostenibilidad de las pensiones

CCOO cree que el crecimiento de la actividad económica tiene que servir para recuperar los salarios tras la fuerte devaluación interna sufrida por los empleados públicos y privados durante la recesión. En esta salida de la recesión no se debe permitir que sigan aumentando los niveles de pobreza y desigualdad, por lo que urge incrementar los salarios más bajos a través de una mejora sostenida del SMI que lo sitúe en 800 euros mensuales en 2016, al tiempo que los incentivos a la contratación se concentran en este colectivo y los parados de larga duración, para evitar que la mejora salarial recorte sus oportunidades de empleo. En este sentido, se necesita un sistema fiscal justo que provea financiación suficiente para impulsar políticas activas de empleo eficaces; aumentar la protección social, en particular de las personas desempleadas, para implantar una Renta Mínima Garantizada, que CCOO ha promovido a través de una Iniciativa Legislativa Popular; para poner en marcha un ‘Plan de Choque para la Recuperación de los Parados de Larga Duración’ (que suponen ya el 60% de población desempleada), y que sirva para combatir la desigualdad y la pobreza, restablecer los derechos sociales y laborales eliminados o devaluados por los anteriores gobiernos, y mejorar los servicios públicos, garantizando su universalización y calidad.

Hay que incrementar los ingresos públicos y de la seguridad social de forma estructural para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones en el corto plazo, al tiempo que a medio plazo se siguen desarrollando medidas en el marco del Pacto de Toledo. Algunas de las medidas que plantea CCOO para incrementar los ingresos y la sostenibilidad de las pensiones pasan por destopar las bases máximas de cotización por contingencias comunes y financiar las pensiones de muerte y supervivencia con impuestos directos y progresivos sobre la renta, el patrimonio y los beneficios empresariales.