Hoy se cumple un año de la presentación del Informe de la Comisión de la Verdad
- Un día como hoy 28 de junio hace un año se presentaba en Bogotá el Informe de la Comisión de la Verdad.
- Una semana antes se había presentado un avance en Xixón.
- Y en septiembre la presentación tenía lugar en el parlamento asturiano.
El INFORME es el resultado de cuatro años de investigación en los que la escucha y el diálogo fueron esenciales para dejar este legado.
Era un mandato del Acuerdo Paz de La Habana, firmado en 2016 entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP, para explicar los patrones con los cuales los actores armados ejecutaron las violencias, los factores de persistencia del conflicto armado, y la contribución al reconocimiento y la dignificación de las víctimas.
El informe consta de 10.093 recomendaciones agrupadas en 67 categorías; se espera que el 97% se encuentren cumplidas hacia el año 2027.
Pero este primer año ha sido abundante en retos y desafíos para cumplir las recomendaciones.
Por un lado el Congreso eliminaba el artículo 8 del Plan Nacional de Desarrollo ‘Colombia, Potencia Mundial de la Vida’, donde se establecía la implementación de las recomendaciones del Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad de forma progresiva por parte de las entidades competentes en el país. Por otra este año no ha parado el recrudecimiento de la violencia en el país: el observatorio de Derechos Humanos, Conflictividades y Paz de Indepaz registró 44 masacres con 145 víctimas hasta primeros de este mes de junio.
En octubre hay elecciones departamentales y municipales, lo que seguramente agudice la vulneración de DDHH.
En ese contexto de recrudecimiento de la violencia y altos riesgos de vulneraciones a los derechos humanos, harían bien las instituciones en incrementar el ritmo de cumplimiento de las recomendaciones del informe final de la CEV.
Por ejemplo la Corte Constitucional se pronunció frente a una de estas recomendaciones, exhortando a jueces y secretarías de educación para que empleen un enfoque territorial y sistémico en el marco de las solicitudes de traslado de docentes amenazados en zonas de conflicto, atendiendo a una problemática de seguridad de los docentes que ejercen en territorios donde hacen presencia grupos armados.
Existe un Comité de Seguimiento y Monitoreo, compuesto por 7 personas que trabajan en el campo de la construcción de paz, con el objetivo de velar por la implementación de las recomendaciones del Informe Final.
Lo integran Angelika Rettberg, profesora del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes; Dorys Ardila Muñoz, miembro del Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia; Ester Marina Gallego, coordinadora de la Ruta Pacífica de las Mujeres; Wilson Castañeda, director de la organización Caribe Afirmativo; Julia Eva Cogollo Cabarcas, líder afro de la Ruta Cimarrona del Caribe; Marco Alberto Romero Silva, director de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES), y Armando Wouriyu Valbuena, secretario de la Instancia Especial del Alto Nivel de los Pueblos Étnicos.
Y en su tarea está señalar y analizar los avances y las zancadillas a las recomendaciones de la Comisión de la Verdad.
Como el progreso de la propuesta que daría fin al servicio militar obligatorio; la protección medioambiental que implica la suscripción del Acuerdo Escazú, que tiene como objetivo garantizar el acceso a la información y el acceso a la justicia ambiental. También de las decisiones de la JEP con los llamados macrocasos.
El denominado “Legado” de la Comisión de la Verdad tenía recientemente voz y presencia física en Asturias con uno de los “palabreros” o decimeros (*), que en formato cultural tratan de divulgar y explicar el Informe, y de involucrar a las comunidades (negras y otras) en la exigencia de que se haga cumplir, en aras de conseguir la paz y el cumplimiento de los DDHH en todos los territorios de Colombia.
En sentido similar de divulgación, apropiación y pertenencia, uno de los libros trata del exilio, y uno de los comisionados, con pasaporte español, Carlos Beristain, con prólogo de la escritora Laura Restrepo, lo ha llamado La Malea Colombiana- Viaje de Vuelta. Con las historias de las víctimas en el exilio forzado.
(*)Carlos Rodríguez, más conocido como “El Diablo” y en las redes sociales como “Kongo Kimbiza”, es un reconocido investigador de la identidad cultural afro pacífica e imagen viva de la poética y la cuentería tradicional. Creador e impulsor de la Escuela de la palabra.