Y cómo los medios de comunicación perpetúan la agresividad sexual masculina
Diarios, radios y televisiones españolas banalizan el beso no consentido de Luis Rubiales a la campeona del mundo, Jenni Hermoso, mientras la prensa internacional aborda la cuestión de forma correcta, al compás de la indignación creciente de una gran parte de la sociedad.
Los medios de comunicación tienen un papel fundamental, bien para perpetuar la cultura de la violación y el acoso sexual, bien para denunciarla y contribuir a una sociedad libre de violencias. En este caso, en las primeras horas principalmente, los medios españoles contribuyeron a lo primero por lo general. Intentaron normalizar e incluso romantizar ese beso forzoso comparándolo con un acto de amor o con un gesto simpático, con titulares como: “¡La celebración más amorosa de Rubiales con Jenni Hermoso” (Sport), “El efusivo beso en la boca de Rubiales a Jenni Hermoso (ABC), “Rubiales repitió el beso de Casillas a Carbonero… ¡con Jenni Hermoso!” (Marca TV), entre otros. También hubo piezas de televisión que banalizaron el hecho, lo equipararon con el resto de gestos de celebración e incluso pusieron a Hermoso como parte activa del hecho. Ni siquiera se interpretó correctamente (o no se quiso interpretar) la reacción natural de Hermoso en el directo en redes sociales desde el vestuario: “No me gustó… (y a preguntas de sus compañeras) ¿Pero, qué hago yo?”.
Se trata de un mecanismo básico de perpetuación de la agresividad sexual masculina: se banaliza el hecho, se normaliza, se exculpa al agresor hablando de simpatía, efusividad, falta de mala intención, cariño… a la vez que se pone la responsabilidad en la víctima: ella provoca, ella consiente, ella acusa en falso. Una actitud complaciente que comenzó a reposicionarse en los días posteriores, pero que ha seguido mostrando un sustrato de machismo en titulares y en declaraciones de referentes del periodismo deportivo como Manolo Lama.
Mientras tanto, al compás de la indignación creciente que en redes sociales manifestaban mujeres y hombres de todas las edades y perfiles, la prensa internacional sí abordaba la cuestión de la forma correcta. L’Équipe: “Le patrón de la Fédération espagnole embrasse de forcé une joueuse sur la bouche après la finale”, The Guardian: “Spanish football president’s Kiss sparks outrage after Women’s World Cup Final”, The New York Times: “Kiss After Spains’s World Cup Win Prompts Many to Cry Foul… an unpleasant reminder to many of the sexism that has plagued women’s soccer”, The Sun: “Kiss ‘n hell. Spanish FA president slammed for ‘grabbing and kissing’ Women’s World Cup star as she says ‘I did not enjoy that”, Daily Star: “Spanish FA creep Luis Rubiales who Kissed World Cup winner was accused of hosting orgies”, etc.
Otro apartado a subrayar merece la actitud de intento de manipulación a los periodistas y de burla a la ciudadanía del departamento de comunicación de la RFEF y del propio Luis Rubiales. El hecho de haber difundido un comunicado en el que el entrecomillado de las supuestas declaraciones exculpatorias de Jenni Hermoso era completamente inventado es un acto sin precedentes (o afortunadamente con muy pocos), contrario a la base de la deontología profesional y que genera una cadena de mensajes que contraviene el derecho a una información veraz de la ciudadanía recogido en el artículo 20 de la Constitución.
Fuente: FSC CCOO