El Foro de la Memoria Democrática de Sanlúcar de Barrameda no olvida el 80 aniversario del golpe militar contra la República
Bienvenido Chamorro Merino. Fue el último alcalde de Sanlúcar de Barrameda durante la Segunda República. Era socialista (de la tendencia de Largo Caballero), natural de Martos (Jaén) (1891-1936), soltero, de profesión comerciante (era propietario de un pequeño comercio de ultramarinos en la actual calle Ancha). Fue fusilado en la madrugada del 19 de agosto de 1936 a los 45 años en la carretera de El Puerto de Santa María,en el pago de Las Majadillas junto al también socialista y secretario particular de Bienvenido, Enrique Porres Fajardo; y los republicanos Manuel Barrios Bernal (Concejal del Ayuntamiento) y Cándido Luelmo Tolentino, este último Catedrático de Física y Química en el Instituto de Segunda Enseñanza de Sanlúcar de Barrameda
A Bienvenido Chamorro aún lo recuerdan algunas personas que vivieron aquellos días y que conservan en su memoria la imagen de un hombre bueno y justo.
Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla, decía Cicerón. Un pueblo que conoce su historia, reconoce sus errores y evitará volver a cometerlos. Hoy lunes 18 de julio de 2016 se cumplen 80 años del golpe militar contra el gobierno de la II República elegido democráticamente por los españoles. y que fue la causa de una guerra civil. La República no fue un fracaso que «conducía inexorablemente a una guerra», sino que fue destruida por ese golpe militar, con la connivencia de países extranjeros y que, al no triunfar en buena parte del territorio, se encaminó de forma irremediable a una guerra civil, que se llevó por delante cerca de un millón de personas, los datos exactos no se conocen. Fue políticamente antidemocrático; jurídicamente anticonstitucional; socialmente conservador y tradicionalista; espiritualmente clerical; ideológicamente totalitario; económicamente capitalista; militarmente absolutista; y moralmente inhumano. El plan comprendía una acción de fuerza militar, desde diferentes puntos de España y África; una colaboración religiosa y una acción social, que debía poner en juego a la banca, la judicatura, la industria, y a grupos políticos de acción violenta, como así ocurrió
En Sanlúcar, como en la mayor parte de Andalucía y de España. no hubo guerra, porque el golpe militar triunfó y lo que se produjo fue un genocidio, que se traduce en nuestra ciudad a 136 personas asesinadas, contabilizadas hasta la fecha, pero que siguen apareciendo más. Aunque ya sus nombres han quedado inscritos para siempre en el monumento que se erigió en el Mirador de la Memoria, frente al Castillo Santiago, lugar del que la mayoría de ellos fueron sacados para asesinarlos en el verano y otoño de 1936, queremos relacionar de nuevo sus nombres para que no permanezcan en el olvido:
Abel Romero, Manuel
Aldón Rodríguez, Luis
Alfonseca Castro, Tomás
Alhambra García, José
Amate Vidal, Antonio
Amate Vidal, Mariano
Antolino Fernández, José Ramón
Arocha Romero, Antonio
Arocha Romero, Félix
Asquerino Romo, Rafael
Barrios Bernal, Manuel
Venegas Sánchez, Miguel
Blasco Romero, José
Boch Nazareno, Manuel del
Brito Vidal, Manuel
Caballero Pizarro, Manuel
Canalejo Moreno, José
Cao Ponce, José
Caro Espinar, Juan
Cerezuela Arama, Antonio
Chamorro Merino, Bienvenido
Corbalán Pérez, Miguel
Crespo Mellado, Juan
Cuevas del Castillo Luna, Antonio
Castro Caballero, Serafín de
Torre Fajardo, Enrique de
Díaz García, Manuel
Díaz Revuelta, Segismundo
Díaz Romero, Alfredo
Domínguez García, Juan
Escobar Moreno, Antonio
Expósito Expósito, Rafael
Falquiña Díaz, José
Fernández Agüera-Larios, Domingo
Fernández Delgado, Agustín
Fernández Delgado, Manuel
Fernández Delgado, José
Fernández García, José
Fernández López, Antonio
Franco Seco, Francisco
Galafate Pintaño, Marciano
Galán Bazán, Federico
Galán Lozano, Francisco
Galán Lozano, Miguel
Gálvez Alcántara, Manuel
Gálvez Rodríguez, Rafael
Gallego Lozano, Francisco
García Caputto, Francisco
García Fábregas, José
García Lavado, José
García Muñoz, Rafael
García Rodríguez, Antonio
García Trujillo, Nicolás
Garrido Blanco, Manuel
Gil Avellaneda, Francisco
Gil Gómez, Manuel
González Calderón, Antonio
González González, Manuel
González Mora, José
González Piña, Antonio
González Raposo, Antonio
González Sahagún, Luis
Gordillo Martínez, Joaquín
Gutiérrez Pérez, Manuel
Hevilla Morales, Juan Antonio
Jiménez Serrano, Manuel
Jiménez Serrano, Miguel
Jiménez Virlán, Manuel
Lara Lagares, Agustín
Lara Muñoz, Manuel
López Brun, Agustín
López Chías, José María
López Chico, Ricardo
López Prats, Diego
López Ramos, José
Lorenzo Porta, Bartolomé
Luelmo Tolentino, Cándido
Manga García, Rafael
Marín Lavado, José
Marín Navarro, Rafael
Marín Sánchez, José
Orcha Ruiz, José
Orza Palacios, Antonio
Otero Montiel, Ricardo
Palma Verano, Antonio
Parejo Arocha, Juan Antonio
Pozo Galán, Andrés
Peña González, Salvador
Piris Díaz, José María
Ponce Faneca, Tomás
Porta Crespo, María
Porta Mellado, Juan
Porres Fajardo, Enrique
Postigo Cotán, Joaquín
Postigo Cotán, Rafael
Ramírez González, Federico
Raposo Gil, Pedro
Raposo Pérez – Gil, Rafael
Reina González, Antonio
Repetto Rey, Pablo
Reyes Buzón, Manuel
Reyes Castro, Ricardo
Roca Romero, Rafael
Rodríguez Galán, Ildefonso
Rodríguez González, Antonio
Rodríguez Romero, José
Rodríguez Rosillo, Francisco
Rodríguez Rueda, Francisco
Romero Barberán, Josefa
Romero Cáceres, Juan
Romero Fabra, Francisco
Romero Juez, José
Rubio Moscosio, Laureano
Ruiz Moscosio, Joaquín
Ruiz Moscosio, José
Ruiz Ruiz, Antonio
Sánchez García, Enrique
Sánchez Lamadrid, Antonio
Sánchez Pujalte, Pascual
Sánchez Seco, José
Serrano García, Elicio
Serrano Palma, Francisco
Simón Rodríguez, José
Suárez Cambriles, Francisco
Sumariva Cuevas, José
Tirado Franco, José
Valencia Serrano, Manuel
Valero Sánchez, Diego
Velázquez García, Cristobál
Velázquez García, Manuel
Velázquez Guerra, Miguel
Viejo Vital, Manuel
Hombres y mujeres que fueron asesinados vilmente por defender unos ideales de libertad y democracia, en varias zonas que los fascistas utilizaban para llevar a cabo sus macabros crímenes, como Cuesta Blanca, las cuevas de las Anaferas, Carretera de El Puerto, la Tapia del cementerio del Puerto y otros lugares como Jerez, Lebrija, etc. y que eran enterrados en fosas comunes en El Puerto o en el cementerio de Sanlúcar, donde ahora permanecen bajo el patio auxiliar de este cementerio.
Al cumplirse los 80 años de este criminal golpe contra la democracia, en el mes de junio pasado, el Foro por la Memoria Democrática de Sanlúcar de Barrameda, llevó a través del Grupo Municipal de Izquierda Unida una moción que fue aprobada por el Pleno, con la abstención del Partido Popular y Ciudadanos. En ella se instaba al Pleno entre otras cuestiones a :
Retirar la medalla de oro de la ciudad al dictador Francisco Franco,que fue entregada el 8 de febrero de 1961 por el entonces alcalde de Sanlúcar, Francisco Zaragoza con motivo de la conmemoración de aquellos famosos XXV años de paz, que se celebraron a lo largo de aquel año. Los acuerdos a los que se llegó en aquellos Plenos fueron adoptados en un régimen dictatorial, en el que la libertad y la seguridad no se encontraban garantizadas, por lo que deben ser objeto de revisión desde los principios y valores democráticos que nuestra Constitución establece y de la Ley de Memoria Democrática de Andalucía.
Reconocer como hijos predilectos de la ciudad de Sanlúcar a todos los fusilados y represaliados de la dictadura.
A retirar toda la simbología franquista que exista en la ciudad, así como el cambio de nombres de calles donde proceda.
Poner el nombre de Bienvenido Chamorro a una calle o plaza de la localidad.
Condenar la sublevación militar de 1936 y la dictadura franquista.
Apoyar la querella 4591/2010 seguida desde el Juzgado Criminal y Correccional Federal nº 1 de Buenos Aires (Argentina) por genocidio y crímenes de lesa humanidad cometidos por el franquismo.
Era imprescindible que el Pleno del Ayuntamiento diera un paso definitivo para cerrar las viejas heridas que aún hoy mantienen abiertas, y que sólo la restitución de la memoria puede cicatrizarlas.
Han pasado 80 años y aún yacen bajo tierra en las cunetas de toda España 114.226 personas registradas a la fecha y más de 20.000 víctimas republicanas que descansan junto a sus asesinos en uno de los mausoleos más grandes del mundo construido por un dictador, el Valle de los Caídos. La mayoría sin identificar y sin el permiso de sus familias. Hay contabilizadas cerca de 2.500 fosas comunes. La Ley de Memoria Histórica, encargó al Ministerio de Justicia centralizar su archivo y actualizar los datos, pero cuando el Partido Popular ganó las elecciones en el 2011, se olvidó del archivo y dejó de actualizarlo, lo que sí sigue actual, es el drama que hay detrás de estas fosas franquistas.
España se fue convirtiendo en un inmenso campo de concentración, las cunetas de las carreteras, los campos, las plazas de toros, las tapias de los cementerios se convirtieron en un inmenso charco de sangre, que hoy a pesar del tiempo transcurrido sigue siendo el país, después de Camboya, con más desapariciones forzosas del mundo.
Al menos en Andalucía este año quedará promulgada la Ley de Memoria Democrática de Andalucía, que recoge entre otras novedades que la Memoria Histórica será estudiada en colegios e institutos y abarcará desde la II República (14 de abril de 1931) hasta el 11 de enero de 1982, para incluir a los que lucharon en Andalucía por la autonomía plena, y que se va a centrar en el firme compromiso de la Administración en seguir las recomendaciones de Naciones Unidas sobre los crímenes del franquismo, y será el marco legal que servirá de base para afianzar las políticas de memoria.
Como Asociación Memoralista, el Foro por la Memoria Democrática de Sanlúcar seguirá trabajando para que la memoria histórica y democrática se proyecte sobre el futuro de las generaciones venideras de forma eficaz y necesaria para ir construyendo una democracia real
POR LA VERDAD, LA JUSTICIA Y LA REPARACIÓN.