Prensa Latina •  Cultura •  21/10/2023

Falleció Oscar Valdés, gran virtuoso del universo musical en Cuba

  • El universo musical en Cuba lamenta el fallecimiento hoy a la edad de 85 años del notable percusionista y vocalista cubano Oscar Valdés, anunció el Instituto Cubano de la Música.
Falleció Oscar Valdés, gran virtuoso del universo musical en Cuba

Originario de La Habana, el destacado intérprete nació el 12 de noviembre de 1937 en una familia de grandes músicos, destacan entre ellos su padre Oscar (percusionista), sus tíos Marcelino (percusionista), Alfredo y Vicentico Valdés (cantantes).

Se inició en el mundo armónico en el año 1949 con un talento que ya despuntaba y que perfeccionó gracias a importantes profesores, quienes le mostraron el camino de los sonidos batá, la construcción de los tambores abakuá, los batá y los chekeres.

Defensor del Timbal, instrumento que abrazó hasta dominar en el Conservatorio Alejandro García Caturla, Valdés integró luego de 1959 la Banda y el Coro del Ejército Rebelde, a su vez prestigió con su virtuosismo las orquestas CMQ, Icrt, Benny Moré y la Cubana de Música Moderna.

Al momento de crearse la popular banda Irakere en 1972 bajo la guía de Chucho Valdés, el intérprete pasó a formar parte de ella como cantante y percusionista, teniendo a su cargo la creación de las letras y de las ideas ritmáticas del formato, los elementos folklóricos y el uso de los batá.

Con esta agrupación, ganadora de un Grammy Latino en 1979, trasladó su maestría a los más importantes festivales de jazz alrededor del mundo, y en esos escenarios compartió con elevadas figuras como Herbie Hancock y Chick Corea, entre otras.

En 1993 trabajó con sus hijos Diego (bajista) y Oscarito (baterista), hasta fundar en el 2000 el conjunto Diákara, defensor del jazz y de las raíces folklóricas.

Según destaca la nota de prensa, esto le permitió llevar a cabo la música contemporánea con el empleo de los instrumentos afrocubanos y con la ayuda de tres tamboreros.

A los músicos que cantaban y tocaban la tumbadora, el bongó, los batá y la batería, se les integró además la guitarra eléctrica, tres metales, piano y bajo.

Con Diákara se presentó en importantes centros nocturnos de esta capital como La Zorra y el Cuervo y el Jazz Café, además compuso, grabó y ofreció sus experiencias en el medio sonoro.

Hasta su último aliento disfrutó de aptitudes que le permitieron realizar arreglos a importantes composiciones: Lágrimas negras, Mamá son de la loma, A romper el coco y Xiomara.

En el 2000 impartió clases en Universidades de Francia y Argentina, y un año más tarde realizó giras por España y otros países de Europa e Israel, donde además de trabajar con su grupo en clubes y festivales, ofreció cursos y conferencias.

Su producción Leyenda Viva, bajo el sello discográfico Bis Music y donde fusiona las raíces folclóricas con afrojazz, conquistó el Premio Especial de Cubadisco 2010.

Al momento de su partida física era miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).


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