Ante la falta de control de los pisos turísticos, el movimiento vecinal abre una oficina de información para afectados
- Ubicada en la sede de la Asociación Vecinal La Corrala de Lavapiés, de momento abre los jueves de 18:00 a 20:30.
- Gestionada por voluntarios y voluntarias, la oficina ofrece diferentes modelos para poder presentar quejas y denuncias ante actividades irregulares, ilegales y molestas.
- Detrás de la iniciativa se encuentran las asociaciones vecinales La Corrala, Sol y Barrio de Las Letras, Cavas-La Latina, Retiro Norte y El Organillo de Chamberí, con el apoyo de su federación regional.
A pesar de que el 95% de las Viviendas de Uso Turístico (VUT) son ilegales, pues operan sin la licencia preceptiva, el fenómeno no cesa de crecer en la capital, expandiéndose a barrios que no solo se encuentran más allá de Centro, el distrito más afectado, sino también más allá de la M-30. Según datos de la plataforma Inside Airbnb y otras fuentes que contabilizan alojamientos que no oferta AirBnB, la capital acumula actualmente más de 25.000 VUT, de las cuales un 40% se encuentra en Centro, aunque asistimos a un fuerte crecimiento en otros distritos como Arganzuela, Retiro, Chamberí, Salamanca, Tetuán o Carabanchel. Estamos ante un fenómeno que genera fuertes tensiones vecinales en algunos barrios debido al deterioro de la convivencia que provocan la afluencia continua y descontrolada de turistas y la expulsión de la población residente con menos recursos.
Lamentablemente, las administraciones apenas están haciendo nada por controlar adecuadamente el fenómeno, como prueba el hecho de que el número de inspectores del Ayuntamiento de Madrid se haya reducido de 31 personas en 2019 a las 11 actuales. Ante esta vergonzosa falta de recursos de vigilancia y control, las asociaciones vecinales La Corrala de Lavapiés, Sol y Barrio de Las Letras, Las Cavas-La Latina, Retiro Norte y El Organillo de Chamberí, con el apoyo de su federación autonómica, la FRAVM, se han unido para abrir la primera Oficina de Información Vecinal de Afectados por las Viviendas de Uso Turístico. Gestionado por voluntarios y voluntarias de estas entidades, el nuevo recurso está ubicado en el local de la Asociación Vecinal La Corrala, que se encuentra en el número 38 de la calle Lavapiés. De momento, abre al público los jueves de 18:00 a 20:30, aunque sus promotores esperan ampliar pronto este horario de atención.
La Oficina asesora sobre las acciones que pueden tomar vecinos y comunidades de propietarios ante pisos turísticos ubicados en sus inmuebles y barrios que estén generando molestias y problemas. Para ello, ha elaborado una batería de recomendaciones y varios modelos de escritos de queja y demanda para ser presentadas ante diferentes organismos con competencias en la materia, como la Agencia de Actividades del Ayuntamiento de Madrid (ADA) o la Dirección General de Turismo de la Comunidad de Madrid.
Buena parte de las recomendaciones de la Oficina están dirigidas a las comunidades de propietarios, a las que las asociaciones vecinales animan a aplicar el Real Decreto-ley 7/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes en materia de vivienda y alquiler, que permite a las comunidades impedir la implantación de nuevos pisos turísticos en sus inmuebles e incrementar las cuotas que pagan sus propietarios.
La inmensa mayoría de las VUT carecen de licencia de actividad adecuada, y muchas ni siquiera están dadas de alta en el registro de la Comunidad de Madrid. Por eso, si una comunidad detecta la existencia de uno de estos negocios en su edificio, los colectivos vecinales de la FRAVM sugieren, en primer lugar, solicitar a la Dirección General de Turismo un certificado de inscripción.
A partir de ahí, si estamos ante un piso turístico que incumple la ley o genera perjuicios a la comunidad, las vías de actuación son múltiples, y van desde el registro de comunicaciones a la Agencia Tributaria y de demandas al Servicio de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento hasta la presentación de denuncias ante Delegación de Gobierno y de demandas civiles, pasando por el envío de escritos al Defensor del Pueblo o de simples solicitudes de intervención de la ADA o de la Dirección General de Turismo.
¿De qué tipo de perjuicios hablamos? La gama es amplia, pero algunos de los más habituales son el ruido, el trasiego de turistas a deshoras, el uso inadecuado (o intensivo) de los espacios comunes, la suciedad y problemas de seguridad (a veces por el descontrol de las copias de las llaves del portal). Tal y como puede leerse en la tabla de recomendaciones de la Oficina, hay que partir de la base, que algunos olvidan, de que “el portal de un edificio residencial no es la recepción de un hotel”.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, anunció esta semana que tiene previsto aprobar una nueva normativa que regule las VUT ya que la existente no ha funcionado. Legislación tenemos de sobra. La existente, aunque mejorable, es suficiente para poner coto al descontrol actual. El problema es que no se aplica, y tanto la Administración regional como el Gobierno local que dirige Martínez-Almeida prefieren mirar hacia otro lado y dejar que las empresas que gestionan las VUT sigan enriqueciéndose aunque deterioren la convivencia en nuestros barrios que defender los derechos de la vecindad residente.
La Oficina de Información Vecinal de Afectados por las Viviendas de Uso Turístico nace con el fin de defender precisamente esos derechos. Por eso, si tienes problemas con un piso turístico, ya sabes, puedes pasarte los jueves por la tarde por la Asociación Vecinal La Corrala o escribir al e-correo de la Oficina: oficinaafectadosvuts@gmail.com
Para dar a conocer este nuevo recurso vecinal, la FRAVM ha elaborado este pequeño vídeo: