El Principado otorga el proyecto minero del oro del Valledor en Allande

El proyecto de investigación, denominado “Valledor” y tramitado por Western Metallica, S.L., pretende explorar la presencia de oro, plata y cobre en una superficie de 17 millones de m2 que afectará al concejo de Allande.

La minería es una de las actividades económicas con mayor capacidad de transformar el territorio y destruir los recursos naturales. Es una actividad que supone un alto consumo energético ya que su beneficio radica en la extracción de gramos por tonelada de material obtenido. Impacta gravemente sobre la biodiversidad, agravando con ello las dos manifestaciones más visibles de la crisis ecológica, es decir, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Cuando la minería se practica a cielo abierto, el impacto ambiental es severo y puede afectar muy negativamente a la población. Este método supone la transformación radical de grandes superficies de terreno, movimientos de tierra, la formación de enormes socavones y la generación de ingentes cantidades de residuos.

Además, en el caso de la minería de oro, el método propuesto necesita de la utilización de sustancias químicas, muchas de las cuales son muy peligrosas y contaminantes para el suelo y los recursos hídricos. Es el caso del cianuro, una sustancia venenosa y potencialmente letal. El uso de cianuro está prohibido en varios países de Europa a pesar de ello en Asturias se sigue utilizando hipotecando el futuro de las zonas mineras. En 2010 el propio Parlamento Europeo solicitó a la Comisión Europea la prohibición total del uso de la minería basada en la tecnología de cianuro, y aunque el texto aprobado no prohíbe su uso, lo recomienda encarecidamente argumentando que “puede tener un impacto catastrófico e irreversible en la salud humana y el medio ambiente y, por ende, en la diversidad biológica”.

Desde la Coordinadora Ecoloxista nos oponemos vehementemente a este proyecto, pero también le pedimos a la ciudadanía que lo haga y que pida explicaciones al Principado sobre estas decisiones cuestionables. La apertura de una mina de oro solo tiene el objetivo del negocio empresarial, no atiende a ningún objetivo de carácter social, a pesar de la publicidad engañosa que se hace de este tipo de proyectos aludiendo habitualmente al volumen de empleo que se creará cuando, a día de hoy, más puestos de trabajo se crearían recuperando la zona e implementando una economía circular basada en el reciclaje. No se puede permitir que sean las empresas multinacionales quienes, bajo el chantaje de los puestos de trabajo, decidan cuál ha de ser nuestro modelo productivo. Y no podemos permitir que nuestro gobierno ceda a estos chantajes permitiendo la explotación y destrucción de un área masiva del Occidente asturiano durante, dejarán una deuda ecosocial de décadas y generaciones.

En la actualidad hay vigentes 28 proyectos de exploración de oro que afectan a una superficie de más de 800.000 km2 y  un terrible número de concejos entre los que estarían Lena, Morcín, Quirós, Riosa, Proaza, Tineo, Allande, Cangas de Narcea, Ibias, Belmonte, Valdés, Castropol, Boal, Illano, Franco y Tapia.