La SGHN critica con dureza el documento ambiental del proyecto eólico de Gas Natural Fenosa en la Costa da Morte
La entidad científica sin ánimo de lucro considera que los parques eólicos gallegos no están siendo evaluados de forma adecuada y que se están produciendo elevados impactos ambientales al estar aceptando las autoridades de la Xunta la tramitación fragmentada de pequeños parques eólicos próximos o adyacentes, evitando así evaluar los efectos acumulativos y sinérgicos de este tipo de proyectos industriales.
Desde la Sociedade Galega de Historia Natural se insiste en que cualquier nuevo proyecto eólico «debería contemplar no sólo la mejor tecnología disponible como pretenden las empresas solicitantes, sino también su actualización ambiental para corregir los errores cometidos en el pasado».
En este sentido la entidad ha presentado alegaciones al proyecto eólico Mouriños, que Gas Natural Fenosa pretende desarrolar entre los ayuntamientos coruñeses de Cabana de Bergantiños y Zas, considerando que la documentación ambiental presentada, y que se encuentra en fase de información pública hasta el próximo día 4 de agosto, «evaluó de modo muy incorrecto» el impacto el parque eólico sobre el paisaje al considerar en los análisis de cuencas visutales una altura media de los aerogeneradores considerando sólo la altura hasta el buje (84) metros, y no la altura real de los cuatro aerogeneradores proyectados, que alcanza los 151 metros, ocasionando «un importante impacto visual en una zona de muy elevada calidad paisajística».
Por otra parte -denuncia el colectivo-, no se evaluó el impacto visual del parque eólico desde el mirador del Monte Branco, que califica como «uno de los miradores naturales más conocidos y apreciados del entorno».
Además, para la SGHN tanto el plan de vigilancia ambiental como la evaluación de aves y quirópteros del proyecto ha sido «claramente deficiente», no habiéndose llevado a cabo durante un período anual completo -como sería preceptivo-, sino tan sólo durante el mes de septiembre de 2016.
La SGHN considera que la empresa «pretende hacer pensar que la mortalidad de vertebrados voladores por colisión contra los aerogeneradores será muy baja» pero, en base a las estimaciones de diversos especialistas en la materia, actualmente a nivel español mueren, entre aves y quirópteros, de 153 a 551 individuos al año por megavatio, lo que en relación con las instalaciones proyectadas (de 9,61 Mw), la horquilla estaría entre los 1.470 y los 5.295 individuos anualmente).
En sus conclusiones, de llevarse a cabo el proyecto, la SGHN prevee también «una importante afección» sobre la fauna de aves y quirópteros al haber alertado diversos autores de que en el caso de aumentar la altura de los aerogeneradores podría aumentar la tasa de mortalidad «al interceptar la altura de vuelo de las aves que realizan migraciones nocturnas».