Unai Sordo: “El SMI no debe situarse nunca por debajo del 60% del salario medio”
- El secretario general de CCOO señala que, ante la situación de precariedad laboral extendida, se hace imprescindible contar con un salario mínimo fuerte.
“Detrás de los relatos sobre la subida de los salarios hay una profundísima pugna ideológica. Y como los datos nos dan la razón, es una buena noticia que podamos consolidar la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)”. Con esta frase enmarcaba su intervención el secretario general de CCOO, Unai Sordo, en el acto de la firma del acuerdo alcanzado para subir el salario mínimo interprofesional (SMI) un 5%, hasta los 1.134 euros al mes por catorce pagas, con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2024. Una medida que beneficiará a más de 2,5 millones de personas, de las que un tercio serán mujeres y jóvenes. De hecho, desde 2018, el SMI ha aumentado un 54% en España.
En el acto, en el que intervinieron la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, el sindicalista vasco dejó tres ideas básicas sobre el incremento de un índice que ha cobrado más protagonismo en España. Recordó que para la estructura económica española, además de para la lucha contra la desigualdad y la brecha salarial de género, “es muy importante que el SMI haya cambiado de rol y que nos hayamos puesto en disposición de cumplir con la Carta Social Europea en apenas cinco años”. Y es que, en estos momentos,la estructura económica española, por el exceso de precariedad que existe en nuevas actividades, recomienda que tengamos un SMI fuerte. “Creo que el objetivo de país es que nunca se desacople este salario del 60% de la media salarial”, remarcó.
En una segunda idea, el secretario general aseguró que la evolución el SMI y los salarios, en general, están pujando “para romper absolutamente todos los dogmas neoliberales vigentes en las últimas cuatro décadas sobre la gestión de los mercados laborales”. En un contexto de subida del 47% del SMI (hasta hace unos días) y con una reforma laboral que ha reducido la temporalidad a la mitad, la evolución del empleo desmiente todas esas falsas verdades que se daban por absolutas. De esta forma, “la evolución de los salarios, el consumo y la demanda interna son factores que están sosteniendo la economía española en un momento de profundas incertidumbres”, dijo, algo que tiene una relación directa con la negociación colectiva y la subida del SMI.“Se demuestra que todos los argumentos que sustentaban el ‘austericidio’ eran injustos, falsos e ineficaces”.
Para completar el ramillete de ideas que pretendía lanzar, Sordo desarbolaba otro prejuicio ideológico: aquel que dicta que los salarios solo deben subir cuando aumenta la productividad.“Nosotros tenemos que decir que la subida de los salarios puede ser causa de mejora de la productividad de la economía”, retaba. En su opinión, si se suben los salarios, y en particular los salarios más bajos, se favorecen los mejores proyectos empresariales y se desincentiva los peores, por ejemplo, obligando normativamente a que la contratación sea indefinida. “Eso es impulsar la productividad por vías distintas al ajuste salarial, la precariedad en la contratación o a la explotación pura y dura”.
Tras felicitar y felicitarse por el acuerdo, Unai Sordo aseguró que, a pesar de que siempre es positivo llegar a acuerdos en el diálogo social con todas las partes, “el hecho de que CEOE no esté en el acuerdo no debería suponer ninguna traba para seguir avanzando en el proceso de concertación social que España necesita en la presente legislatura”.
Ocurre que las organizaciones empresarialesCEOE y Cepyme no se han sumado al acuerdo, como ya ocurrió a principios del año pasado, cuando el Gobierno acordó, sólo con los sindicatos, una subida del SMI del 8% para 2023. El compromiso para esta legislatura debe ser fijar, por ley, que esta renta mínima siempre debe ser equivalente al 60% del salario medio. Y es que en junio del año 2021, el Gobierno de España ratificó la Carta Social Europea revisada, en la cual indica que el SMI de cada país debe ser, precisamente y como mínimo, el 60% del salario medio de cada país.
Hay que recordar que, tal y como marca el Estatuto de los Trabajadores en su artículo 27, el Gobierno debe fijar cada año la cuantía del SMI tras oír a los agentes sociales. Este indicador se ha convertido en una herramienta esencial para dignificar la capacidad de compra de más de dos millones y medio de hogares españoles. Desde que el SMI alcanzó el umbral de los 1000€, hace apenas dos años, y los sucesivos incrementos posteriores hasta los 1080€ del año 2023,se ha experimentado un mayor gasto de las familias que ha reactivado la creación de empleo y han aumentado los beneficios empresariales.
Tras la subida del SMI, e igual que hizo el año pasado, el Ministerio de Hacienda incrementará el mínimo exento en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en 2024 paraevitar un impacto excesivo en las retenciones.