Argentina: Esto ocurre en Esquel: Fiscal admitió haber estado presente en una sesión de torturas y no haber intervenido para detenerla /Así trata la “Justicia” al pueblo Mapuche

Los hechos de torturas y vejámenes que habían sido relatados y denunciados minuciosamente por los imputados dos días después de su acaecimiento -en la audiencia de control de detención, llevada a cabo el 12 de enero en la Sala N° 2 del mismo edificio-, volvían a cobrar entidad.

Pero esta vez, con un condimento especial: no sólo quedaban otra vez al desnudo parte de los numerosos y graves errores procesales cometidos por el fiscal a cargo de la investigación, sino que se estaba haciendo pública la declaración del propio Fiscal General Carlos Díaz Mayer, en la que admitió que esa noche, él había estado presente desde el inicio -y durante todo el primer tramo- de la sesión de tortura denunciada por las víctimas. Y que no había hecho absolutamente nada para evitarla, ni para lograr su cese.

Así lo escribió dicho miembro del Ministerio Público Fiscal de la Provincia del Chubut, y lo firmó de puño y letra, en un documento fechado el 31 de enero. Así lo ponía de resalto frente al micrófono el abogado de cuatro de los imputados, citando textualmente las palabras de Díaz Mayer.

La revelación fue un derivado del incidente de recusación al agente fiscal iniciado por los vecinos de la Comarca Andina acusados, apenas tuvieron acceso al legajo de investigación.

A principios del mes de febrero, en la sede Esquel del Ministerio Público Fiscal, se desarrolló una audiencia para tratar la recusación, dirigida por la Sra. Fiscal Jefe, Dra. María Bottini. Esta fiscal se encuentra procesada en una causa federal por espionaje a un grupo de vecinos de Esquel y la Comarca, en el marco de un expediente relacionado con la Lof de Comunidades en Resistencia del Departamento Cushamen.

En la audiencia, las víctimas del accionar policial expusieron junto con uno de sus abogados, las razones por las cuales se había hecho inviable procesalmente que el Dr. Díaz Mayer continúe al frente de la investigación, tanto por la pérdida total de la objetividad que debía observar, como por estar sospechado de haber cometido delitos mientras dirigía la investigación en contra de los denunciantes.

También declaró frente a la Dra. Bottini el abogado Carlos González Quintana, quien estuvo presente en la tarde-noche del 10 de enero en la Comisaría de El Maitén, intentando recabar información sobre el estado de los detenidos y discutiendo con el cuestionado fiscal, antes del comienzo de las torturas que luego serían verificadas por el Cuerpo Médico Forense de Esquel.

A pesar de lo denunciado por los vecinos y por González Quintana, Bottini decidió la continuidad de Díaz Mayer y ordenó, como única medida, que se sumase el Fiscal General de la Comarca Andina, Dr. Oscar Oro. Otra de las figuras del Ministerio Público Fiscal muy cuestionadas por la población en general, desde espectros sociales y políticos, por la forma de trabajar las causas que tiene a su cargo.

Los acusados recurrieron la resolución de Bottini, y para el tratamiento del recurso, es que se llevó a cabo la audiencia en la cual se reveló la impactante noticia.

Paradójicamente, luego de determinar que Díaz Mayer violó su deber de atender los desesperados llamados que le hicieron los detenidos desde los calabozos de la comisaría de El Maitén, que también violó el deber de notificarles los cargos que les imputaban en el momento de su detención. A pesar de todo esto, el Juez Oscar Colabelli, resolvió a favor de que Díaz Mayer siga al frente de la investigación, y nada dijo de la participación del fiscal en la tortura.

“Quedó clara la situación de autogobierno de esta fuerza policial, a pesar de la presencia de un fiscal de la Nación en el lugar de los hechos. Logramos que el Dr. Díaz Mayer confesara que desde el inicio de las torturas y encapuchamiento de seis de los detenidos (el otro había sido trasladado a Esquel en ambulancia, en virtud de la magnitud de la golpiza que le dieron los policías en el momento de la detención, a pesar que no se había resistido) él estuvo presente en la Comisaría de El Maitén, hasta que se inició el desquiciado viaje de más torturas y vejámenes hacia Esquel, por el camino del Parque Nacional Los Alerces, para hacer más intensivo el daño”, expresó el abogado Edgardo Manosalva, defensor particular de algunos de los torturados.

“Era vital para los imputados conocer cuál es el valor y el sentido procesal de encapucharlos, a pesar que nunca se habían resistido ni se habían mostrado hostiles hacia los efectivos policiales. Cuando lo pregunté en la audiencia, ni el Dr. Díaz Mayer ni el Dr. Colabelli nos lo pudieron explicar”, agregó el defensor, y finalizó remarcando que “debe quedar claro que (la participación de un fiscal en la tortura de detenidos) no se condice con el perfil de un magistrado de la democracia. En este caso, las actitudes tanto de Bottini como del Dr. Colabelli aparentan más ser propias de un blindaje protectorio de naturaleza corporativa, que medidas basadas en el derecho vigente. Esperemos que el Procurador General de la Provincia, Dr. Miquelarena, esté a la altura de las circunstancias en esta oportunidad, y ordene de oficio el apartamiento de Díaz Mayer, así como la investigación cabal de su rol en los gravísimos hechos denunciados”.

Bisagras oxidadas

En el mismo sentido, y luego de conocer la decisión final del magistrado, Jorge Buchile (uno de los imputados, dueño y conductor de la camioneta baleada el 10 de enero por la Policía del Chubut), manifestó: “Es terrible que Colabelli no haya dicho nada en su sentencia, sobre la presencia de Díaz Mayer en la tortura. Demuestra el estado deplorable en el que está una parte de la Justicia, que es parte de una Justicia del pasado, tiene las bisagras oxidadas. Es terrible la complicidad y promiscuidad entre jueces y fiscales, trabajando juntos para cubrirse. Y eso se ve con toda claridad”.

Buchile, señaló otra perlita de la audiencia del mes de mayo, al indicar que “el mismo juez que emitió órdenes de allanamiento sobre Territorio Mapuche para el día 10 de enero, cuatro meses después les pide al abogado y al fiscal que lo sitúen respecto del lugar donde habían ocurrido los hechos. Ni más ni menos, respecto del lugar sobre el cual él dio órdenes en contra de nosotros durante todo ese día. Y esa ignorancia del juez quedó grabada. No quiero generalizar, hay gente que está queriendo hacer las cosas bien, y queriendo cambiar esto, pero es deplorable la justicia que tenemos no sólo en Chubut, sino en la Argentina”.

Para quienes no estamos dentro del sistema judicial, la decisión de Colabelli de confirmar a Díaz Mayer causó una enorme sorpresa. Para quienes sí lo están, fue un eslabón más en una cadena de desatinos.

Lo cierto es que hoy, los imputados se ven en la anómala situación de ser investigados por una persona que confesó, que sería corresponsable de violaciones a sus derechos humanos. Y a quien el  sistema judicial, una vez más, protege con un inconmovible y -a esta altura- nada llamativo manto de silencio.

Escuchá el relato de una de las personas que fue detenida y torturada en esa oportunidad. Ivana Huenelaf, cuenta como sucedió todo mientras el fiscal se encontraba en el lugar. Afirma desconsolada, que lo llamaban a los gritos, pero no respondió.

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Imágenes de archivo Noticias de Esquel. Audiencia en la que se dieron estos relatos.

Vejaciones: molestar a otra persona, maltratarla, humillarla o hacer que sufra padecimientos, denigrándolo en su condición humana.

Tortura: Castigo físico o psíquico infligido a una persona con el fin de mortificarla o para que confiese algo. Pena o sufrimiento moral o físico muy intenso y continuado que siente una persona.