Bolivia: Siempre existen intereses externos detrás de golpes de Estado
El presidente boliviano ve intereses externos en la asonada golpista que vivió el país, con implicaciones de carácter económico y recursos naturales como el litio.
En una entrevista concedida al medio ruso RT, Arce consideró la posible intromisión de actores en el extranjero en la intentona golpista.
Según Arce, en todo golpe de Estado en Latinoamérica, además de “intereses internos”, siempre han existido “intereses externos”. En el caso concreto de Bolivia, este fenómeno ha sido “prácticamente una constante”, aseguró.
Los golpes de Estado en Bolivia han tenido como premisa el tema económico. El más reciente de ellos, el del 2019, por el tema del litio, remarcó.
“Nosotros nos encontrábamos en ese momento negociando la adjudicación de un contrato a largo plazo con el litio. Por eso, nosotros nunca descartamos que haya intereses internos y externos siempre detrás de los golpes de Estado”, aseveró el presidente boliviano.
En una rueda de prensa este viernes, Arce ha asegurado que al menos 14 personas resultaron heridas por los militares que participaron en la operación golpista del día de ayer jueves.
??¡GOLPE DE ESTADO, promovido desde la extrema derecha!
— HispanTV (@Nexo_Latino) June 27, 2024
El presidente de #Bolivia , #LuisArce , llama al pueblo a movilizarse contra “intentona golpista”.
¿Qué pasó REALMENTE en Bolivia? ?Es el tema que abordamos hoy en Buen Día América Latina#GolpeDeEstadoEnBolivia pic.twitter.com/SESWIyiAud
Intentona golpista
Numerosos militares bolivianos se apertrecharon el jueves 26 de junio en la plaza Murillo, de La Paz, en las inmediaciones de las sedes del Poder Ejecutivo y Legislativo del país. El presidente denunció “movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército boliviano”, las cuales, posteriormente, entrarían por la fuerza al palacio presidencial.
Arce afirmó que se trataba de un intento de golpe de Estado e hizo un llamado a defender la democracia.
Detrás de la acción para desestabilizar Bolivia se hallaba el general recién destituido Juan José Zúñiga, quien afirmó que entre los militares había “molestia” por el clima político en Bolivia y amenazó con la llegada de un “nuevo gabinete”. Zúñiga y Arce se reunieron en el palacio de Gobierno.
Posteriormente, Arce procedió a posesionar a un nuevo alto mando militar. Las tropas que habían llegado hasta la plaza Murillo se retiraron, una vez que los nuevos comandantes ordenaron su repliegue.
Entretanto, Zúñiga fue detenido horas más tarde, acusado de encabezar la intentona golpista en contra de la Administración de Arce. Al menos 16 militares y civiles también fueron arrestados.
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