Redacción •  Actualidad •  03/08/2024

CGT celebra la liberación del periodista español Pablo González, tras más de dos años en prisión preventiva y sin garantías jurídicas en Polonia

  • González, que se encontraba realizando su trabajo a finales de febrero de 2022, fue arrestado en una zona fronteriza cuando Rusia comenzaba a invadir Ucrania.
CGT celebra la liberación del periodista español Pablo González, tras más de dos años en prisión preventiva y sin garantías jurídicas en Polonia

Desde la Confederación General del Trabajo (CGT), a través de la Secretaría de Relaciones Internacionales, se ha tenido conocimiento de la noticia adelantada ya por diferentes medios internacionales y nacionales, sobre la puesta en libertad de Pablo González, de 41 años, quien ha pasado los dos últimos privado de libertad, bajo un régimen muy estricto en una prisión de Polonia.

Pablo se encontraba a finales de febrero de 2022 cubriendo el éxodo de la población ucraniana en una zona fronteriza de este país, cuando se produjo la invasión por parte del ejército ruso. Fue capturado y acusado de “colaborar” con el Kremlin gracias a su condición de periodista. Tras su traslado a una cárcel de Polonia, todo este tiempo ha estado privado de libertad sin pruebas de las graves acusaciones que se le hicieron entonces, y que desde su entorno directo han negado siempre. Tampoco se ha conocido nunca con certeza la fecha de la celebración de un juicio en el que Pablo pudiera defenderse, demostrando su inocencia y contando las circunstancias que rodearon su captura en 2022.

La liberación de Pablo se ha producido, según un comunicado de su familia, gracias a un intercambio entre Moscú y Polonia de profesionales de la información que se encontraban presos en ambos países, y donde han primado las razones humanitarias.

Desde CGT consideran que la libertad de informar, así como el derecho a la información, son derechos fundamentales de los seres humanos. Pablo González se encontraba ejerciendo este derecho, y además trabajando en una zona de conflicto, cuando las autoridades decidieron apartarlo de todo ello con un cruel castigo consistente en la incomunicación constante y la falta de pruebas.

Desde la organización anarcosindicalista, como ya se ha hecho en otras ocasiones, lamentan que Pablo haya tenido que pagar con su libertad el ejercicio de su profesión, pero también celebran su vuelta a casa y esperan su pronta recuperación.


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