Maíllo “anima” a Sánchez a que en su futura propuesta para reformar la financiación “condicione” reducir la deuda a las comunidades a “revertir el ahorro en los servicios públicos”
El coordinador federal de Izquierda Unida señala que el “debate sobre el modelo de financiación lleva un retraso de 10 años” y recuerda que lo que se va a financiar “son servicios públicos para las personas, no a los territorios, por eso no ha lugar a la posición de confrontación entre territorios que quiere aprovechar el Partido Popular”
El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha “animado” hoy al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a que en la futura propuesta sobre reforma de la financiación autonómica que debe plantear, tras el acuerdo alcanzado entre socialistas y ERC para formar Gobierno en Cataluña, “incorpore el criterio de condicionalidad y que la mayor financiación de las comunidades sea a cambio de que los beneficios que reciban vayan a mejorar los servicios públicos y no a aumentar ese agujero fiscal a través de las bajadas de impuestos a los ricos que hacen las comunidades del PP”.
Maíllo detalló esta mañana en una rueda de prensa telemática y presencial desde Sevilla que la traducción de esa condicionalidad significa que “las comunidades a las que se les pague la deuda con sectores privados sea a cambio de que el ahorro que se acomete sea para financiar los servicios públicos, no para hacer agujeros fiscales en sus territorios”.
El máximo responsable de IU destacó que el “debate sobre el modelo de financiación lleva un retraso de 10 años” a nivel estatal por lo que, tras el melón abierto este verano a raíz del acuerdo para un nuevo modelo para Cataluña, extendió la propuesta de cambios que ha dirigido a Sánchez a que aborde también “una reforma fiscal amplia para garantizar por la vía de los ingresos el coste de esos servicios públicos”, ya que esto sí es realmente “la clave de la financiación autonómica en el ámbito sanitario, educativo y de los servicios sociales”.
Sea como fuere, Antonio Maíllo cree importante que las propuestas generales que se pongan encima de la mesa sean “reales y tengan consecuencias” y no se queden solo en “titulares llamativos para establecer contradicciones con la derecha, sino en actuaciones de carácter estructural”.
Puso un ejemplo concreto. La reforma fiscal que exige IU “tiene mucho que ver con el hecho incontestable de que, en los 15 últimos años, de los tres grandes impuestos del sistema fiscal -IVA, IRPF e Impuesto de Sociedades- los dos primeros han subido cerca de 20 puntos de recaudación, mientras que el tercero, el que no pagan directamente las familias trabajadoras, a pesar de la recaudación ha aumentado globalmente en estos años, los ingresos han bajado en 20 puntos, frente a unos beneficios empresariales cercanos a los 400.000 millones de euros”.
Indicó que en un debate “tan complejo como éste” ha habido “un intento de elevar el nivel de las propuestas, pero se han dado dos hechos: en primer lugar, que lo que se va a financiar con este sistema son servicios públicos para las personas, no a los territorios, por eso no ha lugar a la posición de confrontación entre territorios que quiere aprovechar el Partido Popular”.
“En segundo lugar -dijo-, cuando se financian servicios públicos para los ciudadanos no se pueden establecer mecanismos de desigualdad, ni mecanismos correctivos que obliguen a explicar a una persona enferma de Extremadura que tiene menos financiación que una persona enferma de otro territorio del Estado”.
En este contexto, planteó a “ERC y al Partido Socialista que hicieron ese acuerdo en Cataluña a que incorporen una adenda y añadan la reforma fiscal necesaria para no hacer trampas al solitario a la hora de abordar con audacia y coherencia un sistema de financiación que garantice los servicios, la igualdad y no establezca discriminaciones según el territorio en el que vivan las personas. La reforma fiscal debe garantizar que paguen más los que más tienen”.
Propuestas que IU ya realizó hace tiempo
Maíllo entiende que estamos ante “un debate de modelo territorial y de modelo de país de gran importancia”, en el que “Izquierda Unida tiene una posición federal muy clara desde hace décadas, que se ha ido actualizando con las nuevas realidades políticas y sociales”.
De ahí que celebrara que “muchos sectores de nuestro país hayan abrazado ahora el discurso federal”, en clara alusión también a algunos de los últimos mensajes lanzados como ‘novedosos’ por distintos dirigentes del PSOE.
El coordinador federal de IU “celebró” también que “haya organizaciones que se han incorporado a determinados aspectos del debate que hemos contribuido a abrir”, entre ellos ese “plan de reducción de la deuda o pagos al sector privado de las comunidades, que ha hecho el PSOE”, sobre el que reclama que se aplique el criterio de condicionalidad. “IU ya planteó esta línea este verano como uno de los elementos claves del sistema de financiación”, apostilló.
Se felicitó por “el nivel del debate político sobre este tema”, eso sí, “salvo determinadas posiciones de la derecha y de la extrema derecha, que se han instalado en una impugnación de todo lo que se pueda conocer, pero sin ninguna alternativa”.
Antonio Maíllo había adelantado previamente que hoy “vamos a tener una reunión de los/as coordinadores/as generales de Izquierda Unida de todos los territorios para abordar de manera monográfica el sistema de financiación autonómica y local”. Detalló que “nos planteamos esta reunión para ratificar una posición política que tenemos bastante asentada, tras escuchar a los territorios”.