Garzón llama junto a Iglesias a «organizar a los perdedores de la criris y de la globalización»

El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha hecho un llamamiento esta tarde a “organizar a los perdedores de la crisis y de la globalización” para, entre otros objetivos concretos, “poder conseguir un modelo de país que pueda satisfacer los derechos fundamentales, que en el fondo no son más que derechos humanos”, como la sanidad, la educación, los salarios decentes, “incluso poder ser feliz”.

Esta idea ha formado parte de la intervención que desarrolló durante el debate mantenido a lo largo de más de dos horas con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ante el Plenario de la primera jornada de la Escuela de Verano de IU, que durante todo el fin de semana se celebra en la localidad madrileña de Fuentidueña de Tajo. La mesa redonda que protagonizaron llevaba el título de ‘La izquierda en España después del 15M: un proyecto de país’.

Iglesias, por su parte, y dentro del amplio análisis desgranado por ambos dirigentes, que incluyó hablar de los orígenes y evolución del 15M, el aumento de la precariedad, la respuesta al capitalismo e, incluso, la plurinacionalidad del Estado español y el referéndum en Cataluña, introdujo el concepto del ‘nacional-patrimonialismo’ y advirtió de que “el neoliberalismo ha sido capaz de constitucionalizar los cambios, también en nuestro país. Se ve hasta en los ayuntamientos, que tienen que hacer ‘ingeniería’ hasta para poder hacer política social”.

Con amplias coincidencias en sus discursos, ambos alentaron a que la sociedad se siga politizando y organizando, como ya hizo a través del 15M, para facilitar la respuesta ordenada a los ataques que sufre la ciudadanía desde las élites políticas y económicas. Garzón fue taxativo. Dirigiéndose a los más afectados por la crisis y la pérdida de derechos indicó que “si no lo hacemos, se va a cronificar la precariedad. Hay que dar una respuesta colectiva. O nos organizamos o las personas que ahora cobran 800 euros en un año cobrarán 700”.

Para el máximo responsable de IU la situación ha llegado a tal punto que “hoy en día satisfacer las necesidades básicas de nuestro país se ha convertido en revolucionario”. Sin estar muy de acuerdo con el uso del término ‘modernizar’, pero para que la explicación quedara más clara, indicó que “o modernizamos nuestro país o repartiremos escasez” y, para ello, hay que ser “muy conscientes de las limitaciones a las que se enfrenta el capitalismo en todo el mundo”.

Garzón e Iglesias desarrollaron con amplitud una idea común, expresada por el primero de esta forma: “hay que romper la estructura de poder de nuestro país para conseguir un nuevo modelo de país”.

El secretario general de Podemos reconoció que quería ser “provocador” en la forma de exponer las dos días que lanzó a continuación, la primera: “hay que recuperar la praxis. Las huelgas generales o las luchas sociales constitucionalizan derechos. Se deben hacer acuerdos de país para constitucionalizar derechos”. A continuación, destacó sin rodeos que “para construir un movimiento juvenil o un movimiento popular ambos se tienen que parecer a España y no necesariamente a los símbolos que emocionan a sus cuadros políticos”.

Para Alberto Garzón, la necesidad de construir más organización desde las formaciones y también más autoorganización entre la ciudadanía resulta imprescindible. “Si no lo hacemos se va a cronificar la precariedad”, dijo, y lo ilustró mediante un ejemplo muy claro: “de no hacerlo, podemos llegar a una estructura económica similar a la de algunos países de América Latina en los años 80, con sectores empobrecidos y desconectados entre sí y una clase económicamente fuerte que será la ganadora”.