Nuevo presidente peruano asume mañana con grandes desafíos
El político y empresario peruano Pedro Pablo Kuczynski, próximo a cumplir 78 años, asumirá mañana la presidencia de Perú, con una serie de promesas y expectativas, sobre todo en materia económica y social, así como en seguridad ciudadana.
Kuczynski jurará como jefe de Estado en una ceremonia en el Congreso de la República, a la que asistirán los presidentes de Argentina, Colombia, Chile, Ecuador, México y Paraguay, así como los vicepresidentes de Bolivia, Brasil, Uruguay, Guatemala y El Salvador, y el rey emérito Juan Carlos I de España.
Allí dará un mensaje al país en el que expondrá las medidas a tomar en el inicio de su gobierno, que genera expectativa, sobre todo en materia de seguridad ciudadana, tema que preocupa por la creciente delincuencia, y la economía.
Adelantos del primer ministro designado, Fernando Zavala, plantean como temas prioritarios para la etapa inicial del gobierno los de impulso al crecimiento económico, seguridad ciudadana, lucha contra la corrupción y dotación masiva de servicios de agua y alcantarillado.
Kuczynski dijo ayer a la prensa extranjera que se propone hacer una «revolución social» que incluye mejores servicios básicos e infraestructura y mayor eficiencia en los de educación y salud, así como, perspectivamente, mejora de la distribución del ingreso en un país marcado por la desigualdad.
Todo ello piensa realizarlo dentro del modelo económico neoliberal vigente desde hace casi un cuarto de siglo sin haber podido alcanzar las ambiciosas metas planteadas por el nuevo gobernante, según apuntan analistas escépticos.
El nuevo gobernante ratificó ayer que cumplirá los compromisos firmados en la campaña electoral con sectores progresistas como la Confederación General de Trabajadores y mencionó los de no privatizar los servicios de agua potable y mejorar los sueldos de los maestros.
Los seguidores de Kuczynski consideran que tiene como virtudes su vasta experiencia y sus contactos económicos y políticos internacionales, terreno en el cual ha adelantado que dará mucha importancia a China y se ha sumado a la corriente conservadora regional hostil al gobierno de Venezuela, y mantendrá políticas de integración ya vigentes con países limítrofes.
Kuczynski llegó a la presidencia con un partido creado para la ocasión, Peruanos por el Kambio (PPK), cuyo nombre fue adecuado a las iniciales del hijo de inmigrantes europeos cuya trayectoria registra medio siglo de cargos tecnocráticos y políticos y de negocios transnacionales.
Fue escogido por muy poco más de la mayoría de los electores peruanos, en buena medida por el temor de sectores de izquierda y centro que lo apoyaron como una especie de mal menor frente al presunto autoritarismo de su rival en la segunda vuelta, Keiko Fujimori.
Ese factor le permitió superar a la hija del exgobernante Alberto Fujimori, preso por crímenes de lesa humanidad, la cual había ganado la primera ronda con casi 40 por ciento, el doble de lo logrado por Kuczynski, por lo que tiene mayoría parlamentaria, uno de los temas con los que deberá lidiar.