Mantén la seguridad de tus redes WIFI
El término WIFI hace referencia a la tecnología empleada para establecer una conexión inalámbrica compatible entre distintos dispositivos. Cualquier usuario tiene garantizado que todos los equipos que posean el sello Wi-Fi tales como ordenadores, tabletas, televisores o consolas, puedan interconectarse sin problemas independientemente de su fabricante.
La conexión WIFI es la más habitual entre los diferentes aparatos conectados a internet. La conexión se realiza a través de un punto de acceso inalámbrico que permite la conexión de los diferentes dispositivos.
El principal problema de la conexión WIFI es que al ser un tipo de conexión inalámbrica, cualquiera dentro de su radio de alcance puede realizar un ataque para saltarse la seguridad de la red.
La primera y principal medida de seguridad para evitar sorpresas desagradables es tener en cuenta el tipo de cifrado del router inalámbrico. Los tipos de cifrado más usados son WEP, WPA y WPA2. Estos son los más habituales; aunque también hay otros como el TKIP (usado en el WPA) y AES (algoritmo de WPA2). En los últimos años, los algoritmos de seguridad WIFI se han ido actualizando a fin de aumentar la seguridad, dando lugar a gran cantidad de cifrados.
Los principales tipos de cifrado WIFI
WEP (Wired Equivalent Privacy): En un principio fue uno de los protocolos más usados del mundo, aunque su uso ha ido desapareciendo debido a su vulnerabilidad ya que desde sus inicios se han ido encontrando mucho fallos y agujeros.
El sistema WEP inicialmente fue pensado para proporcionar una confidencialidad similar a la prestada por una red tradicional cableada y proporciona un cifrado nivel 2 que utiliza claves de 64 bits. Lo que se traduce en que este tipo de red pueda ser captada fácilmente.
Para atacar una red con protocolo de seguridad WEP se utilizan los llamados Packet sniffers y los WEP Crackers que funcionan capturando un número determinado de paquetes para posteriormente mediante un sistema estadístico procesar los paquetes y descifrar la clave. Dependiendo de la clave puede ser necesario capturar más paquetes, en caso de no existir tráfico de datos el propio capturador se encarga de generarlo.
WPA (WIFI Protected Access): El protocolo de cifrado WPA fue la respuesta para eliminar las vulnerabilidades del cifrado WEP. Las claves empleadas son de 256 bits, frente a los 128 que emplea WEP. Se trata de un cifrado mucho más seguro.
El funcionamiento de WPA se basa en la implementación de un servidor de autenticación que identifica a los usuarios en una red y establece sus privilegios de acceso. Además realiza una comprobación de contenido e integridad de los mensajes para evitar la interceptación del tráfico, lo que dificulta de enorme manera los ataques al router.
WPA2: Utiliza un sistema de cifrado por bloques que permite unas claves más largas y seguras y además cuenta con protocolos mejorados de encriptación. El cifrado está especialmente pensado para proteger las redes inalámbricas WIFI.
Cómo mantener la conexión WIFI segura
Las redes WIFI abiertas son las más inseguras, por lo que se recomienda mantenerla siempre cerrada. Alguien con conocimientos avanzados de informática podría llegar meterse en nuestro ordenador e incluso podría llegar a extraer las claves bancarias.
No utilizar nunca las configuraciones por defecto. La clave es algo genérico y muchas veces se calcula mediante un algoritmo que puede ser conocido por alguien que pretenda hackear WIFI. Simplemente debemos entrar en la configuración del router, buscar la clave y cambiarla.
Y sobre todo nunca pasar por alto el tipo de encriptación elegida para nuestra red. La encriptación debe estar en el nivel más alto posible para impedir que cualquiera pueda descifrar la clave de nuestra red WIFI.