El ERE de FEDEX llega a su semana decisiva con las posturas muy alejadas
- FEDEX, tal y como se viene denunciado desde CCOO, sigue apostando por despedir a las personas afectadas con indemnizaciones de improcedencia, lo que supone asumir ‘de facto’ la ausencia de causa legal.
Desde CCOO, una vez desmantelado el expediente presentado, persona a persona y puesto a puesto, y ante la ausencia absoluta de una necesidad real en la que sustentarlo, se ha venido demandado a la empresa que reduzca de manera drástica su afectación, y que, si finalmente no retira el expediente como sería deseable, ofrezca un plan de sostenibilidad del empleo.
En ese sentido, la empresa se ha mostrado rácana, y ha ofrecido una insuficiente bajada de 15 personas afectadas (debido en gran parte a que de inicio el expediente venía inflado) y solo 4 recolocaciones.
Ante la ausencia de las recolocaciones con condiciones similares, que en un ERE como este debería exigirse, CCOO ha demandado que la empresa permita adscripciones voluntarias al ERE y que se amplíen los límites de los territorios afectados. De esta forma, FEDEX mostraría un mínimo de buena fe negocial y de empatía con su plantilla, dado que dice pretender un ahorro de costes, aunque tampoco se ha demostrado este extremo. Pero tampoco por ahí ha habido grandes avances. De hecho, se ha vetado a casi 900 de las 1.500 personas que integran la plantilla la posibilidad de irse voluntariamente y que otras personas que sí desean seguir en la empresa fueran recolocadas en esos puestos vacantes. Esta postura es incomprensible teniendo en cuenta las similitudes entre puestos de departamentos vetados por la empresa.
En cuanto a las prejubilaciones, FEDEX tampoco ofrece soluciones, ya que se niega a aportar cantidades al Tesoro por enviar al paro a personas mayores de 50 años, dado que es una empresa en beneficios, lo que supone otro importante límite, dado que la plantilla es veterana y un tercio supera los 50 años.
FEDEX pone demasiados límites en la negociación, teniendo en cuenta, además, que las personas afectadas por el ERE tienen edades que dificultan su inserción posterior en el mercado laboral y a las que les restan aún bastantes años para la jubilación. Además, muchas son mujeres con reducciones de jornada por cuidados.
En definitiva, la empresa no deja posibilidades de acuerdo que no pasen por pagar la indemnización de despido improcedente, algo que seguramente acabaría imponiendo la Audiencia Nacional ante la inexistencia de causa.
Por todo ello, CCOO afronta la recta final del periodo de negociación confiando en un cambio radical en la postura de la empresa. En todo caso, con acuerdo o sin acuerdo, serán las asambleas de personas trabajadoras las que decidirán en ultimo termino. No descartamos llamar a la movilización si la empresa sigue sin querer negociar y sin bajarse de la posición de ventaja con la que nuestra legislación le permite despedir.