Freelance por obligación, con ingresos bajos, jornadas irregulares y tarifas congeladas: el precario día a día de las y los músicos de orquesta por cuenta propia
El Sector de Medios de Comunicación, Artes, Cultura, Ocio y Deportes de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO (FSC-CCOO) y la Asociación de Músicos Profesionales de Orquestas Sinfónicas (AMPOS) radiografían la realidad laboral de las y los profesionales de este ámbito que trabajan por cuenta propia.
El Sector de Medios de Comunicación, Artes, Cultura, Ocio y Deportes de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO (FSC-CCOO) y la Asociación de Músicos Profesionales de Orquestas Sinfónicas (AMPOS) han elaborado el informe «El trabajo por cuenta propia en las orquestas. Situación de las y los freelance de la música», que retrata la precariedad laboral de un colectivo con escasos ingresos, jornadas irregulares, tarifas congeladas y, en muchos casos, contratos por horas que solo cubren el tiempo que dura un concierto.
Uno de los datos que más preocupa a estas dos organizaciones es que la mayoría de las y los concertistas son freelance por obligación, lo que pone de manifiesto el enorme estancamiento en la creación de empleo que sufre el sector de las orquestas sinfónicas, tanto públicas como privadas. No en vano, siete de cada 10 participantes en esta encuesta afirman no haber tenido la oportunidad de encontrar un empleo por cuenta ajena en alguna de estas agrupaciones musicales, con lo que ello supone de inestabilidad laboral para muchas personas que llevan casi toda su vida dedicada al estudio de un instrumento.
De hecho, las personas que se encuentran en esta situación permanecen en una búsqueda constante de orquestas sinfónicas, principalmente privadas, para poder facturar un mínimo de salario para sobrevivir. De hecho, una gran parte de músicas y músicos tocan hasta en tres agrupaciones diferentes en un mes y, aun así, sus ingresos medios no superan los 1.500 euros brutos mensuales, unas retribuciones que, según un tercio de las personas consultadas, no solo no se han incrementado, sino que son más bajas después de la pandemia, a pesar de la escalada de precios y de la inflación. No menos grave es que, en el 40% de los casos, la principal orquesta no proporcione ni el 30% de los ingresos mensuales.
Cabe recordar que el trabajo de un o una intérprete no se ciñe exclusivamente al tiempo de la actuación. Estas y estos profesionales dedican muchas horas al estudio y a los ensayos, lo que origina jornadas de hasta 10 horas diarias de media.
Resulta cuanto menos curioso que prácticamente la mitad de las y los concertistas participantes en esta encuesta trabaje más asiduamente para orquestas públicas, entidades que se supone deberían abogar por el empleo estable y de calidad, y la otra mitad lo hace para orquestas privadas, en cuyo caso suelen contratar a estos profesionales, aunque también existe la fórmula de la facturación como autónomo/a a través de cooperativas o dándose de alta en la Seguridad Social solo y únicamente por el tiempo que duran los conciertos.
También es llamativo que 6 de cada 10 personas encuestadas considera que las condiciones laborales no se ajustan a la normativa de seguridad y salud en el trabajo.
En cuanto a los temas prioritarios para la acción sindical y asociativa, un 49% apuesta por abrir, negociar y alcanzar acuerdos colectivos para el sector, un 33% enfocaría la negociación hacia la mejora de las tarifas y un 14% considera necesario el asesoramiento legal.
El Sector de Medios de Comunicación, Artes, Cultura, Ocio y Deporte de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras siempre ha trabajado por la mejora de los derechos laborales de las personas trabajadoras y la creación de empleo estable y digno. Junto a la Asociación de Músicos Profesionales de Orquestas Sinfónicas (AMPOS), y al grupo de intérpretes afiliadas y afiliados al sindicato, la organización ha trabajado en el diseño y lanzamiento de este estudio de campo, para conocer de cerca la realidad laboral de las músicas y músicos que trabajan en las orquestas sinfónicas por cuenta propia.
Tras detectar la necesidad de consultar a las y los concertistas acerca de las condiciones en las que desarrollan su labor profesional, AMPOS elaboró una encuesta en la que han participado algo más de 300 intérpretes freelance, un número suficientemente amplio para validar y autenticar los resultados que de ella se desprenden y extrapolarlos al conjunto de concertistas freelance.