El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía vuelve a condenar a IKEA por violar Derechos Fundamentales de sus trabajadoras
La represión de Ikea se salda con una nueva sentencia condenatoria por Violación de Derechos Fundamentales, esta vez dictada por la sala de Málaga del TSJA en su Sentencia nº 1938/2024 sobre recurso de suplicación de la empresa nº 1818/2024.
F A L L O
I.- Se desestima recurso de suplicación interpuesto por IKEA IBÉRICA, S.A., y se confirma la sentencia del Juzgado de lo Social número 13 de Málaga, de 30 de mayo de 2024, dictada en el
proceso número 777/2023.
II.- Se impone a IKEA IBÉRICA, S.A., el pago de las costas del recurso, que comprenderán los honorarios de la representación letrada de la actora.
Comunicado
Esta nueva sentencia confirma íntegramente el FALLO de la precedente del juzgado de lo social nº 13 de los de Málaga que dice textualmente:
“Que estimando parcialmente la demanda origen de las presentes actuaciones interpuesta por Dª G.T.M. contra la empresa IKEA IBERICA S.A, acuerdo la nulidad de la sanción impugnada objeto del presente procedimiento, dejándola sin efecto, condenando a la parte demandada al pago de los salarios que hubieran dejado de abonarse en cumplimiento de la sanción, así como a abonar a la demandante la cantidad de 7.500 euros en concepto de daños y perjuicios por la vulneración de derechos fundamentales de los arts. 14, 24.1 y 28.1 de la Constitución Española.”
La Sentencia 194/24 del Juzgado de lo Social nº 13 de Málaga ya fue tajante y clara, como lo es la del TSJA, que evidencia las prácticas represivas de IKEA contra la Delegada de CGT en el Comité de Empresa y condena a la empresa a indemnizar a la compañera por haber vulnerado la empresa al menos tres artículos de la constitución española.
¿Dejará IKEA de hacerse la sueca?
CGT va a seguir con más fuerza que nunca intentando hacer valer los derechos básicos de las personas trabajadoras de IKEA y poniendo todos los recursos y medios a nuestro alcance para que la democracia laboral llegue a este centro de trabajo, eliminando la “manus militaris”, la precariedad y los abusos laborales de unos gestores de mediopelo que solo conocen el empleo de la fuerza y niegan la negociación, el entendimiento y el buen desarrollo de las relaciones laborales.