Redacción •  Memoria Histórica •  18/12/2024

Maíllo destaca desde Sevilla que la Memoria Democrática es “la mejor forma de combatir el fascismo” y a un PP “de matriz autoritaria que abraza las tesis de sus hermanos reaccionarios”

  • El coordinador federal de Izquierda Unida explica delante de la antigua cárcel de Ranilla que los obstáculos de la derecha para reconocer esas dependencias penitenciarias como museo de recuerdo y reivindicación de la Memoria no son “un hecho singular”, sino que encajan en su estrategia de “blanquear el franquismo a través de las falsas ‘leyes de la concordia’ donde igualan a verdugo y a víctimas”.
Maíllo destaca desde Sevilla que la Memoria Democrática es “la mejor forma de combatir el fascismo” y a un PP “de matriz autoritaria que abraza las tesis de sus hermanos reaccionarios”

Miércoles, 18 de diciembre 2024.

El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha destacado esta mañana desde Sevilla que la Memoria Democrática es “la mejor forma de combatir el fascismo y desarrollar una cultura democrática”. Al tiempo, ha advertido sobre la “amenaza” que suponen hoy tanto la “extrema derecha” como ese mismo fascismo del que va de la mano y que “se extiende por Europa occidental, Estados Unidos y parte de América Latina”.

Maíllo incluyó al Partido Popular en esa ecuación de amenaza a la democracia, porque “estamos hablando de un PP que ha derogado leyes de la Memoria en Aragón, en Cantabria, que niegan en ayuntamientos como en Málaga o Córdoba subvenciones para hacer trabajos con fosas o para enmarcar placas en reconocimiento a la Memoria Democrática y en contra de la represión del franquismo”.

El máximo responsable federal de IU atendió a los medios en el exterior de la antigua cárcel de Ranilla, junto al concejal de esta formación en el Ayuntamiento sevillano, Ismael Sánchez, y representantes de asociaciones y colectivos memorialistas de la ciudad.

Se desplazaron allí para denunciar, en palabras de Maíllo, que el gobierno local del PP en la Corporación de Sevilla busca “dejar sin efecto” reconocer esas dependencias penitenciarias como “museo de recuerdo y reivindicación de la Memoria Democrática, precisamente la mejor forma de “combatir el fascismo” de la que hablaba.

Antonio Maíllo destacó que “por desgracia” decisiones y de este tipo no son “un hecho singular” que solo tienen lugar en Andalucía y lo vinculó a ese Partido Popular que también “ha derogado leyes de la Memoria en Aragón o en Cantabria” y que se niega luego a recuperarlas “con la intención de blanquear el franquismo a través de las falsas ‘leyes de la concordia’ donde igualan a verdugo y a víctimas”.

“Estamos hablando de una operación de gran calado a nivel estatal”, avisó, porque “esta derecha española no es la italiana o francesa, que hace homenajes incluso a republicanos españoles que lucharon contra Hitler y contra Mussolini”, sino que se trata de “una derecha de matriz autoritaria que ha abrazado de nuevo las tesis de sus hermanos reaccionarios y de la extrema derecha”.

Domar a la «bestia»

Y aquí el coordinador federal de IU fue especialmente tajante, el PP actúa así porque “creen que van a controlar a la extrema derecha, pero a la bestia nunca se le doma, a la bestia hay que combatirla, y ahora mismo hay una amenaza real del fascismo de la extrema derecha que se extiende por Europa occidental, Estados Unidos y parte de América Latina en una especie de reconquista que empieza por Argentina”.

“El Partido Popular -apostilló- cada vez que tiene la duda de dar el giro para convertirse en un partido democrático o un partido que asume la herencia del franquismo, siempre se inclina del lado de la herencia del franquismo”.

Pero en este grave panorama siempre se puede encontrar algo positivo y alentador, como en este caso es “la movilización del movimiento memorialista, que es un ejemplo de cómo cuando en este país no se hablaba de Memoria se trabajó de manera anónima pero continuada y perseverante en la construcción de leyes de memoria que reivindicaran una normalización democrática que no teníamos”.

Expresó su confianza en que “esa movilización, la gran raigambre y el prestigio social del movimiento memorialista consiga derribar los muros de la intolerancia, la toxicidad y esa vuelta a guiños franquistas que no procede en estos momentos”.


represión franquista /