Organizaciones ecologistas madrileñas hacen balance de 2024

En la Comunidad de Madrid se avanza poco en medio ambiente pero se retrocede mucho. Las nuevas leyes están modificando las normativas de las que la Comunidad de Madrid se había dotado, desde la aprobación del estatuto de autonomía (1983), en materia de espacios protegidos, flora y fauna, montes, ruido, agua, residuos, calidad del aire. La Ley 5/2024 de medidas para un desarrollo equilibrado en medio ambiente y ordenación del territorio, aprobada el pasado 20 de diciembre, es otra más de una larga lista de leyes que van minando los resorte para la protección ambiental de la que se había dotado la región, desde las décadas de los años 80 y 90.

Precisamente por esta dinámica reaccionaria institucional que antepone modelos de crecimiento obsoletos, basados en el consumo de recursos naturales sin límite,  la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), la Asociación Ecologista del Jarama “El Soto”, el Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA), Jarama Vivo y Liberum Natura, consideran que la labor del ecologismo de base madrileño es más importante que nunca. Por ello, se han constituido en la Plataforma Ecologista Madrileña, un espacio libre de violencias y abierto a la participación de pequeños colectivos ecologistas.

En 2024, los colectivos que forman la Plataforma Ecologista Madrileña, han ampliado su campo de acción a la ciudad de Madrid, donde destacan su oposición a la ampliación del aeropuerto de Barajas, el estudio y presentación de alegaciones al proyecto del circuito de Fórmula 1 o, el análisis pormenorizado de las irregularidades del proyecto de iluminación de parte del tramo urbano del río Manzanares. A estos asuntos se les dará continuidad en 2025.

Ante la avalancha de proyectos de plantas fotovoltaicas en la región, concentradas en su mayoría, en el sur y sureste, se firmó el manifiesto a favor de una moratoria que permita planificar un despliegue razonable en el territorio madrileño, muy degradado, por la gran expansión urbana y por la concentración de grandes infraestructuras que dan servicio a todo el Estado. El pasado mes de noviembre, los colectivos ARBA, El Soto, GRAMA, Jarama Vivo y Liberum Natura, colaboraron en la organización del estreno, en Madrid, del documental Vidas Irrenovables  realizado por la productora extremeña independiente Metáfora Visual y dirigido por Francisco Vaquero. El documental ofrece una mirada crítica al modelo de implantación de las energías renovables en nuestro país.

Una de las principales líneas de trabajo de estos colectivos es la defensa de los ecosistemas fluviales.  Cabe destacar el proyecto de detección y registro de presiones sobre los ríos madrileños que alcanza la cifra de 4.000 casos de alteraciones que se recogen un visor interactivo. Gracias a la colaboración de la Cátedra del Tajo de la Universidad de Castilla-La Mancha, el censo ha comenzado en provincias limítrofes a Madrid, dentro de la cuenca del río Tajo.

Para concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de actuar para frenar la degradación de los tramos medios y bajos de los ríos madrileños, se han organizado un curso formativo y la segunda parte del paseo por los horrores del río Jarama. Esta actividad ha tenido sus frutos ante el Canal de Isabel II que está ampliando la depuradora de aguas residuales de Valdebebas (Madrid), uno de los focos de contaminación y de vertido de toallitas al Jarama, o en las campañas de sensibilización de algunos ayuntamientos como el de Algete. También cabe señalar la retirada de parte del macro vertedero que se mantuvo durante doce años en la ribera del río Jarama, a su paso por San Fernando de Henares.

Pero una de las acciones más importantes de 2024, fue el despliegue de una pancarta gigante en los tubos del embalse de Bolarque, donde se inicia el trasvase del agua del Tajo al Segura. Una acción reivindicativa que tuvo gran repercusión social y mediática y que sirvió para recordar la insostenibilidad del modelo productivo del levante a costa de dejar exiguo el río Tajo.

En urbanismo, la Plataforma Ecologista Madrileña, ha colaborado con colectivos locales, como en los casos del proyecto Algete Norte o el nuevo plan general de ordenación urbana de El Molar, explicando el alcance de las actuaciones y facilitando la participación ciudadana, en cuestiones tan trascendentes como el diseño de sus ciudades. En esta línea se ha apoyado al Movimiento Hábitat en la organización de la gran movilización por el derecho a la vivienda y contra la especulación urbanística, del 13 de octubre. También se alertó del proyecto AgroHub, en la finca Monesterio, en San Lorenzo de El Escorial donde se pretende construir un complejo urbano en suelo protegido e incluido en el territorio histórico de la Cerca de Felipe II.  

En materia forestal, se ha participado en la denuncia y paralización de la pista forestal que la Consejería de Medio Ambiente estaba realizando en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en el Hueco de San Blas, en el municipio de Manzanares El Real. Y ante la sucesión de incendios sufridos, durante los meses de julio y agosto, se solicitó a la Consejería de Medio Ambiente, mayor acción sobre la causas que provocan esos siniestros.

Sobre la caza, una actividad en declive en la región, por el escaso número de personas que la practican, ARBA, El Soto, GRAMA, Jarama Vivo y Liberum Natura, han denunciado la masacre que supone con la matanza de más de un millón de animales, cada temporada. En especial se hizo hincapié por la caza de palomas migratorias y zorzales a las puertas del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Y más recientemente se han presentado alegaciones a la nueva ley de caza y pesca que ha iniciado su tramitación, para solicitar la reconversión de estas actividades.

Por último, ARBA, El Soto, GRAMA, Jarama Vivo y Liberum Natura resaltan la importante labor que desempeña el movimiento ecologista de base, alejado de dinámicas de poder que pueden derivar en violencias tan despreciables como las presuntas agresiones sexuales, sucedidas durante décadas, en el seno de una importante organización  ecologista. Para fortalecer ese movimiento de base y autogestionarse con el conocimiento de los numerosos colectivos madrileños, se ha creado la Plataforma Ecologista Madrileña, que comenzará su andadura en 2025.