Acusan a Isabel Díaz Ayuso de comportarse como una censora de la historia y querer esconder lo ocurrido con la represión franquista
- La ARMH denuncia que el Gobierno de la Comunidad de Madrid dedique recursos públicos a seguir escondiendo la historia de la dictadura.
- “No se trata de lo que opinan ella o Pedro Sánchez, se trata de no esconder la historia”.
- El Gobierno desmontó ayer los argumentos de la Comunidad de Madrid y sigue adelante con el expediente para declarar Lugar de Memoria la actual sede de la Presidencia en la Puerta del Sol, donde estuvo ubicada la Dirección General de Seguridad franquista.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) considera lamentables las declaraciones de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, en las que asegura que va a dedicar recursos del Gobierno de la Comunidad de Madrid a impedir que se pueda señalizar el edificio de la Puerta del Sol donde se encuentra la presidencia y pretende utilizar medios públicos para seguir ocultando lo ocurrido en sus sótanos. Durante los años en los que estuvo allí la dirección general de seguridad de la dictadura franquista fue un espacio de torturas y detenciones
La ARMH que ha registrado durante años reclamaciones para que el edificio sea señalizado y explicado, e incluso ha ofrecido la posibilidad de donar la placa que se coloque en su fachada, no entiende que el papel de una presidenta de una comunidad autónoma sea esconder la historia y disfrazar su negacionismo de una pelea con el Gobierno central cuando de lo que estamos hablando es de reconocer que en ese lugar fueron torturadas, maltratadas y detenidas ilegalmente personas que eran consideradas por la dictadura franquista disidentes morales y políticos.
Para Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y nieto del primer desaparecido por la represión franquista identificado genéticamente: “No se trata de lo que opinan ella o Pedro Sánchez, se trata de no esconder la historia. Es impensable que la titular de una institución democrática esté llevando a cabo un acto de censura queriendo esconder la historia de este país que desgraciadamente ocurrió, independientemente de lo que ella quiera contar de la transición”. Y añade Silva: “Es un avergüenza que en el edificio haya placas conmemorativas de hechos que no acontecieron en ese lugar no haya una que cuente que durante décadas de dictadura los sótanos del edificio fueron utilizados por la policía franquista para agredir, torturar, e incluso asesinar y amedrentar a personas que querían ejercer su derecho a ser libres”.
En su «recorrido» selectivo por la historia del edificio, Ayuso obvia lo ocurrido en sus sótanos durante la dictadura franquista;
La Real Casa de Correos tiene una larga historia que no se puede reducir a la significación concreta que el Gobierno pretende darle dentro de su estrategia de reanimar el franquismo.
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) January 15, 2025
La discordia, la amnesia, la manipulación de la Historia y el guerracivilismo no vencerán. pic.twitter.com/i31ZAYPRxs
En los escritos presentados por registro la ARMH ha explicado que:
El edificio que hoy ocupa la presidencia de la Comunidad de Madrid fue, durante muchos años durante la dictadura franquista, la sede de la Dirección General de Seguridad. En sus sótanos fueron torturadas miles de personas: estudiantes, militantes de partidos clandestinos, homosexuales y todo tipo de disidentes políticos y morales. Además de ser detenidos ilegalmente eran sometidos a torturas y maltratos que les causaron lesiones físicas y psicológicas; en algunos casos de extrema gravedad. Las personas que luchaban por el regreso de las libertades y la celebración de elecciones democráticas fueron recluidas y atormentadas por la policía franquista en ese lugar. El sufrimiento de todas esas personas debe servirle a la sociedad para recordar el daño y el terror que causó la dictadura franquista tras su conquista violenta del poder, se negaron a celebrar elecciones democráticas, sin que nada ni nadie se lo impidiera, y su persecución a quienes no compartían su ideario, negando y aplastando la diversidad que es uno de las principales fortalezas de las democracias representa el ejercicio de la libertad y el desarrollo de la propia identidad. Hechos tan graves y tan aleccionadores de lo que no se debe repetir deben ser reconocidos públicamente.
Y ha solicitado que:
Que se deje de ocultar la historia de la represión franquista se coloque una placa, en la fachada de la Real Casa de Correos, sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid, que recuerde a las personas que allí fueron torturadas, que denuncie hechos tan graves y que reconozca a los hombres y mujeres que lucharon y se esforzaron para que quienes desde 1983 ocupan el despacho de la presidencia de la Comunidad de Madrid hayan llegado al puesto como consecuencia del resultado de unas elecciones democráticas y no por la designación de quienes tomaron el poder violentamente mediante un golpe de Estado y llevaban a cabo los nombramiento a partir de la voluntad de un dictador. “No se puede querer aparecer como una defensora de las libertades y al mismo tiempo esconder la historia de quienes se jugaron la vida defendiendo la libertad, la pluralidad y los derechos y condenar a quienes durante cuarenta años disfrutaron de privilegios nacidos de pisotear la libertad. Lo que debería hacer la presidenta de la comunidad es señalizar el edificio y reconstruir una celda de tortura como una herramienta de aprendizaje rechazo de lo que ocurrió bajo el franquismo y no debería repetirse”, concluye Silva.
Última reclamación presentada por registro el 1 de mayo de 2023;