Al-Haq insta a la comunidad internacional a intervenir en momentos en que los tanques israelíes entran en Cisjordania después que Netanyahu ordenara una «operación intensiva»
- Al-Haq fue fundada en 1979 por un grupo de abogados palestinos tras un largo debate sobre la mejor manera de abordar la falta de mecanismos de protección de los derechos humanos en el Territorio Palestino Ocupado (TPO). Cuando se fundó, Al-Haq se convirtió en una de las primeras organizaciones de derechos humanos establecidas en el mundo árabe.
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Al-Haq vuelve a hacer un enérgico llamamiento a la intervención internacional urgente, en momentos en que el régimen colonialista y de apartheid israelí intensifica y recrudece aún más las hostilidades al enviar tanques blindados a Cisjordania. En el 32º día de la brutal embestida militar israelí contra el norte de Cisjordania, y de cometer las peores atrocidades desde la Segunda Intifada, el primer ministro Netanyahu ordenó una «operación intensiva» en Cisjordania para «incrementar la actividad preventiva contra nuevos ataques en ciudades israelíes». La orden se produjo después que se informara de un atentado contra autobuses vacíos en Tel Aviv, por el cual se detuvo a dos israelíes judíos y a un palestino, en un caso «sobre el cual el Tribunal de Magistrados de Tel Aviv impuso la prohibición de informar.»
No obstante, el Primer Ministro Netanyahu escenificó la emisión de una declaración desde la ciudad ocupada de Tulkarem –donde tanto Netanyahu como las fuerzas de ocupación israelíes están presentes ilegalmente– reiterando: «Estamos (…) arrasando calles enteras y eliminando terroristas. He dado instrucciones para aumentar las fuerzas en [Cisjordania] y lanzar operaciones adicionales». Rodeado de militares fuertemente armados, Netanyahu se tomó fotografías triunfales en el hogar de una familia palestina desplazada por la fuerza, en el campo de refugiados de Tulkarem. El ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, declaró que «nuestra respuesta» al atentado contra el autobús «debe ser volver inmediatamente a combatir y aplastar sistemáticamente el terrorismo hasta destruirlo, en Gaza y [Cisjordania]. Nos aseguraremos de que así sea».
Desde el 21 de enero de 2025, las fuerzas de ocupación israelíes han asesinado al menos a 51 palestinos/as, incluyendo siete niños/as en Cisjordania, en la denominada «Operación Muro de Hierro». Los «ataques aéreos, buldóceres blindados, detonaciones controladas y armamento de avanzada» por parte de las Fuerzas de Ocupación Israelíes en Cisjordania han sido descritos por la ONU como «una prolongación de la guerra contra Gaza», causando niveles de desplazamiento forzado no conocidos desde la Naksa en 1967. Apenas unos días después de que se acordara el alto el fuego en Gaza, Israel obligó a más de 40.000 personas a abandonar sus hogares en los distritos de Yenín, Tulkarem y Tubás, y las fuerzas israelíes les dijeron que nunca se les permitiría regresar. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha dado instrucciones al ejército de ocupación para que «se preparen para una larga estancia durante este próximo año en los campos que fueron desalojados y no permitan regresar a sus habitantes», declarando la intención de Israel de «seguir desalojando campos de refugiados».
Las Fuerzas de Ocupación Israelíes han arrasado barrios enteros, demolido viviendas, destruido carreteras y rebautizado calles con letreros en hebreo, al tiempo que instalaban controles de carretera, vallas de trincheras y al menos 20 nuevos barreras en las entradas de ciudades y pueblos. Decenas de hombres y niños han sido separados de sus familias y detenidos arbitrariamente en los tristemente célebres centros de tortura de Israel. La infraestructura local ha sido devastada; más de 3,3 kilómetros de redes de saneamiento y 21,4 kilómetros de tuberías de agua fueron gravemente dañadas sólo en Yenín.
Al-Haq advierte que la escalada de ataques de Israel contra Cisjordania forma parte de sus intenciones coloniales de anexionar de jure el territorio, borrar la presencia palestina y afianzar aún más sus políticas y prácticas discriminatorias de apartheid. Al-Haq recuerda a los terceros Estados sus obligaciones en virtud de la Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia: no reconocer ni apoyar los actos internacionalmente ilícitos y garantizar que Israel ponga fin de inmediato a la ocupación ilegal y a todas las actividades de asentamiento, evacúe completamente del territorio palestino a todos los colonos asentados ilegalmente –incluidos los ministros del gobierno israelí que viven en él–, derogue las leyes discriminatorias que alteran la demografía de Palestina, permita el retorno de la población desplazada por la fuerza y proporcione indemnización y restitución plenas.
Al-Haq subraya que el hecho de que los Estados partes de la Corte Penal Internacional no detengan a Netanyahu, al tiempo que facilitan sus vuelos transatlánticos a través de su espacio aéreo soberano, no sólo incumple su obligación de cooperar con la Corte Penal Internacional, sino que está alimentando las continuas agresiones israelíes contra la población palestina protegida por parte de un fugitivo internacional buscado. Al-Haq pide al Fiscal de la Corte Penal Internacional que añada los delitos relativos a los asentamientos coloniales, el apartheid y el genocidio a los cargos contra el primer ministro Netanyahu y el ex ministro de Defensa Yoav Gallant, y que expida otras órdenes de detención de dirigentes militares y políticos israelíes, para así poner fin a la impunidad internacional de los crímenes israelíes y a la destrucción del pueblo palestino.