Hispan TV •  Internacional •  05/03/2025

Netanyahu y Ronen Bar se acusan mutuamente por fracaso del 7-0

Tras año y medio de la operación palestina que constituyó el mayor fracaso de Israel, las instituciones sionistas siguen acusándose unas a otras por lo sucedido.

Netanyahu y Ronen Bar se acusan mutuamente por fracaso del 7-0

El martes, la llamada agencia de seguridad interna de Israel, el Shin Bet, aunque admitió sus deficiencias a la hora de impedir la operación sin precedente ‘Tormenta de Al-Aqsa, lanzada el 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), responsabilizó a los sucesivos gabinetes del régimen, entre ellos el del primer ministro, Benjamín Netanyahu, por su fracaso en enfrentarse a HAMAS durante años.

En un comunicado, el jefe del Shin Bet, Ronen Bar, admitió además que la agencia había “fallado en su misión” de frustrar la operación, durante la cual 240 israelíes fueron tomados como rehén por grupos palestinos. Aquel día, cientos de combatientes de la Resistencia se infiltraron en importantes puestos de avanzada israelíes y abatieron a muchos después de que el ejército y la policía del régimen fueran tomados por sorpresa.

Bar deseaba que “el Shin Bet hubiera actuado de manera diferente en los años previos” al 7 de octubre, una ofensiva puso a Israel contra las cuerdas y acabó con su imagen de invencibilidad.

La agencia ha reconocido importantes lagunas en la recopilación de inteligencia y una dependencia excesiva de las medidas preventivas existentes, lo que ha llevado a un error de apreciación de las intenciones y compatibilidades de HAMAS.

Netanyahu ataca duramente al Shin Bet: “Fracasó por completo” ante HAMAS

La oficina de Netanyahu, a su vez, devolvió el golpe al jefe del Shin Bet, afirmando que él “fracasó por completo” a la hora de contrarrestar a HAMAS en general y que, el 7 de octubre, “malinterpretó el panorama de inteligencia” y tuvo una idea equivocada sobre el nivel de amenaza que suponía.

Todo se produjo días después de que una investigación interna del ejército revelara que, a pesar de poseer información sobre los planes de HAMAS, no se habían percibido indicadores como amenazas inmediatas.

La pesquisa criticó la excesiva confianza del régimen en las evaluaciones de inteligencia y su subestimación de las capacidades de HAMAS, errores que contribuyeron al resultado devastador para la entidad hebrea.

Hasta ahora muchas autoridades israelíes han dimitido a su cargo por el fracaso del ejército en la operación Tormenta de Al-Aqsa. El último fue el jefe de la dirección de operaciones de las fuerzas de guerra de Israel, el general de división Oded Basiuk, quien renunció el martes después de cuatro años en el cargo y unos 33 años en el ejército.

El ejército israelí lanzó una guerra genocida en la Franja de Gaza horas después de la ofensiva palestina. El conflicto, que duró más de 15 meses, provocó la muerte de casi 48 400 palestinos, en su mayoría mujeres y niños.

Sin embargo, la ocupación israelí no logró alcanzar su principal objetivo militar: la eliminación de HAMAS y la liberación de sus retenidos.

Las recientes revelaciones han desatado cada vez más reclamos dentro del régimen israelí para que se realice una investigación exhaustiva que examine los errores tanto de las agencias de seguridad como de los funcionarios políticos a la hora de impedir la operación.

No obstante, Netanyahu aún no se ha comprometido a realizar una pesquisa de ese tipo, lo que ha dado lugar a un mayor escrutinio y a demandas de rendición de cuentas.

ftm/ncl/hnb


Benyamin Netanyahu /