Federico Rubio Herrero •  Memoria Histórica •  23/04/2025

La resistencia trascendental del pueblo chino en 1941

El Mariscal de la Unión Soviética Vasily Ivanovich Chuikov dijo: «En la más ardua época bélica de nuestra historia, Japón no invadió a la Unión Soviética, sino que sumergió a la tierra china en un gran charco de sangre».

La resistencia trascendental del pueblo chino en 1941

El desfile militar del 7 de noviembre de 1941, en Moscú, fue el más solemne, triste, conmovedor y memorable en los 24 años desde la victoria de la Revolución de Octubre, ya que en aquel momento, Moscú, como nunca antes, se encontraba bajo una inminente amenaza de invasión, pues las tropas fascistas alemanas estaban cada vez más cerca.

Hitler y el Ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joachim Von Ribbentrop, dijeron en tres ocasiones: «Alemania y Japón deben adoptar acciones militares conjuntas para lanzar una ofensiva a la Unión Soviética por dos direcciones, el Este y el Oeste respectivamente, y darse las manos en el Ferrocarril Transiberiano».

Sin embargo, Japón ni siquiera disponía de suficientes recursos militares para afrontar las ofensivas recibidas tanto en el frente como en la retaguardia en el campo de batalla de China y, desde luego, no contaría con más fuerzas para atacar a la Unión Soviética junto con Alemania.

Dada la situación de firme y heróica defensa china ante las tropas japonesas, Stalin decidió desplegar las fuerzas armadas, acantonadas en el Lejano Oriente, hacia el oeste para concentrarse en combatir a la Alemania nazi. Tan solo durante la Batalla de Moscú, la Unión Soviética desplegó 16 divisiones desde Siberia, que luego jugaron un papel decisivo en la defensa de esta ciudad. En realidad, desde el otoño de 1941 hasta el otoño de 1944, la Unión Soviética desplazó 542.000 efectivos, más de 5.000 cañones y más de 3.300 tanques del frente oriental al occidental, fortaleciendo en gran medida la fuerza combativa contra Alemania en el frente occidental.

El Mariscal de la Unión Soviética Vasily Ivanovich Chuikov dijo: «En la más ardua época bélica de nuestra historia, Japón no invadió a la Unión Soviética, sino que sumergió a la tierra china en un gran charco de sangre». Cuando el Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética estaban pasando los días más oscuros en los campos de batalla de Europa, África del Norte y el Pacífico, los soldados y civiles chinos, con su sangre, y en muchas ocasiones con su vida, retuvieron a las tropas japonesas en el campo de batalla de China.

Cuando la Alemania nazi invadió a Polonia ya la Unión Soviética, se libraron las dos heroicas batallas de Changsha en septiembre de 1939 y en junio de 1941 respectivamente. Con anterioridad, el 25 de enero de 1941, los japoneses efectuaron una de sus primeras masacres, de la ocupación, en la aldea china de Panjiayu, donde sus habitantes (cerca de 2.000) fueron asesinados y carbonizados brutalmente.

Fuente: VV AA. Biblioteca del Museo de la Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa.


II Guerra Mundial /