Kuczynski, vinculado al caso Odebrecht, se niega a renunciar
El mandatario rechazó tácitamente el emplazamiento a dimitir que le hizo la bancada del partido derechista Fuerza Popular (FP) horas antes, bajo tácita amenaza de vacarlo (destituirlo) si no lo hiciera.
El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, se negó a renunciar al cargo en las últimas horas pese a las acusaciones de posible corrupción en el caso Odebrecht, aunque corre el riesgo de ser destituido este viernes por el parlamento dominado por la oposición.
El mandatario rechazó tácitamente el emplazamiento a dimitir que le hizo la bancada del partido derechista Fuerza Popular (FP) horas antes, bajo tácita amenaza de vacarlo (destituirlo) si no lo hiciera.
“No voy a abdicar ni a mi honor ni a mis valores ni a mis responsabilidades como presidente de todos los peruanos”, dijo el mandatario, acompañado de su gabinete ministerial y de los miembros de su bancada parlamentaria.
Kuczynski se pronunció en esos términos al dar su versión sobre la revelación de que una empresa de su propiedad y otra a la que se le vincula, y que supuestamente cobraron cerca de cinco millones de dólares por servicios a la empresa brasileña Odebrecht.
Señaló que esa información, proporcionada por Odebrecht a una comisión parlamentaria investigadora y difundida ayer por esta, fue presentada como si se tratara de honorarios por servicios prestados por él a la firma brasileña. «Eso es falso», expresó.
También negó que hubiera recibido a través de la empresa First Capital más de cuatro millones de dólares, y presentó documentos que muestran que quien firmó los contratos de servicios por ese monto es Gerardo Sepúlveda, dueño de esa empresa, de la que no es socio ni ejecutivo.
Añadió que solo hizo una de esas consultorías, de carácter financiero, a través de First Capital, para un proyecto manejado por Odebrecht, lo que admitió el sábado último.
Sobre los 780 mil dólares cobrados a la compañía brasileña por Westfield, empresa de su propiedad, el mandatario alegó que nunca estuvo a cargo de la gestión ni de la administración de la misma mientras ha sido funcionario público.
El mandatario peruano añadió que para demostrar su honestidad ante la comisión investigadora de los sobornos brasileños y ante el Ministerio Público pedirá a este el levantamiento de su secreto bancario para que revisen sus cuentas.
Las primeras reacciones de parlamentarios de diversas tendencias ante las explicaciones de Kuczynski fueron de incredulidad, lo que deja abierta la posibilidad de que el parlamento, en una sesión convocada para este día, ponga en marcha el procedimiento de vacancia para defenestrar al mandatario.
El tema lo ve directamente la plenaria, que se ha declarado en sesión permanente, sin trámites previos. Para que eso ocurra, tienen que darse las siguientes condiciones, de acuerdo con la Constitución y el reglamento del Parlamento.
Una de las causales para «vacar» al presidente es la incapacidad moral para gobernar, estipulada en el artículo 113 de la Constitución, figura a la que apelaría la oposición en este caso. El pedido debe ser presentado al pleno del Congreso por al menos el 20% de los parlamentarios, en este caso, 26 de un total de 130. El tema se discute como una prioridad.
Una vez presentado el tema, la siguiente sesión sirve para admitir el pedido a debate. Se requieren el 40% de los votos, 52 legisladores, para que el fondo del tema sea discutido en el Pleno.
Según el artículo 89-A del reglamento del Congreso, el pedido de destitución se pone a discusión y luego se vota como mínimo tres días después de haber sido admitido a debate. Aunque el plazo puede adelantarse si los 4/5 del Pleno lo disponen, también en votación.
En esa sesión, el presidente tiene derecho a ejercer su legítima defensa, en compañía de su abogado, por una hora.
Para que el presidente sea destituido, se requiere el voto favorable de dos tercios del Congreso, o sea, de 87 legisladores.