Redacción •  Actualidad •  04/02/2018

Plantación de árboles en Chamartín para exigir el cumplimiento de los compromisos sociales y climáticos del Ayuntamiento de Madrid

Varias organizaciones han realizado hoy una plantación y una marcha reivindicativa por los terrenos de la Operación Chamartín exigiendo el fin de la especulación. Esta plantación quiere ser un símbolo que recuerde a responsables municipales que los grandes discursos deben de corresponderse con hechos concretos. La Operación Chamartín es incompatible con un modelo de ciudad más justo social y ambientalmente.

Plantación de árboles en Chamartín para exigir el cumplimiento de los compromisos sociales y climáticos del Ayuntamiento de Madrid

Varias organizaciones*, entre las que se encuentra Ecologistas en Acción, han realizado hoy una marcha reivindicativa por los terrenos de la operación Chamartín (ahora denominada Madrid Nuevo Norte) exigiendo el fin de la especulación. Sobre estos terrenos se pretende construir 11.000 nuevas viviendas y un centro de negocios que podría albergar hasta 26 rascacielos de dimensiones similares a los cuatro que ya existen en la prolongación del Paseo de la Castellana. Todo ello en su mayoría sobre suelo público, pero promovido por Distrito Castellana Norte (DCN), formada por la entidad financiera BBVA y la constructora Grupo San José, gracias a una concesión de Renfe-Adif en los años 90 de dudosa vigencia.

Esta operación especulativa pone a prueba el compromiso social y ambiental del Ayuntamiento de Madrid, ya que la actual corporación municipal debe de optar por continuar con el modelo del ladrillazo de consistorios pasados o apostar por un nuevo modelo de ciudad que ponga a la ciudadanía y el equilibrio de las desigualdades en el centro de las nuevas intervenciones urbanas.

La construcción de las torres, el incremento del tráfico en el nudo de Manoteras, el traslado de las cocheras y el incremento del gasto energético de la red de transporte, los desplazamientos debidos a unas dotaciones infraestimadas o el predominio de los usos terciarios frente a los residenciales son fuente de numerosas emisiones de gases de efecto invernadero y perpetúan un modelo injusto entre barrios y clases sociales. Por ello, estos terrenos serán el lugar elegido para los árboles conmemorativos de la cumbre de cambio climático de 2017 que Ecologistas en Acción se comprometió a plantar en la campaña ‘Un acuerdo, un árbol’.

Esta mañana se han plantado tres pinos que simbolizan la esperanza de que el Plan de Género, la Plataforma Indígena y el Diálogo de Talanoa prosperen con la rapidez necesaria. A estos pinos se les une una encina en representación de una ciudadanía comprometida con el clima que rechaza proyectos como la Operación Chamartín. Un ejemplo de cómo los grandes discursos no se corresponden muchas veces con unos hechos favorables al modelo de ciudad que nos ha traído a la situación actual.

Esta plantación pretende ser un símbolo. La propia Manuela Carmena en París en 2015, durante su reunión con los principales alcaldes del mundo para mostrar su compromiso con el clima, afirmó que las desigualdades territoriales entre barrios de Madrid generan una reducción de la esperanza de vida de más de dos años. Un compromiso que quisieron plasmar en la iniciativa Madrid 100 % sostenible que, en su punto número 13, se compromete a “generar un modelo urbanístico sostenible mediante la paralización de los procesos especulativos”.

La alcaldesa hacía también un llamamiento en ese foro a que fuese la ciudadanía la que tuviese un papel activo en la lucha contra el cambio climático. Una ciudadanía cuya oposición a este proyecto en Chamartín se ha manifestado de forma reiterada, en línea con un auténtico compromiso climático. Ahora, es deber de la corporación municipal frenar esta operación sin sentido, y hacer una apuesta auténtica contra el cambio climático articulando otro modelo de ciudad más justo social y ambientalmente, rechazando la presión demagógica de la propiedad y de algunos medios que promocionan falazmente una operación de carácter fundamentalmente financiero y especulativo como un milagro económico y ambiental.

Asociaciones vecinales, ecologistas y una buena parte de la ciudadanía quiere que el Ayuntamiento de Madrid reconsidere su postura. Nuestras ciudades no necesitan más urbanismo especulador y desequilibrador, sino que requieren espacios libres, dotaciones y servicios para todas y todos sus habitantes.

* Ecologistas en Acción, FRAVM, Madrid no se vende, ARBA, Plataforma por el derecho a la ciudad, 15M Barrio del Pilar, A. F. San Cristóbal, A. F. UR Poblado Fuencarral, A. V. Begoña, A. V. La Flor del Barrio del Pilar, A. V. La Unión de Fuencarral, A. V. Montecarmelo, A. V. Sanchinarro, A. V. Valle-Inclán de Prosperidad, A. V. Valverde de Fuencarral, A. Minoritarios y Afectados, 15M Prosperidad.


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