Alegaciones para mejorar el Reglamento de Vías Pecuarias de la Comunidad de Madrid
La Consejería de Medio Ambiente, con 20 años de retraso, está tramitando el Reglamento de Vías Pecuarias de la Comunidad de Madrid. Es una norma que desarrolla la Ley aprobada en 1998. Para Ecologistas en Acción el proyecto de Reglamento debe mejorar sustancialmente para convertirse en una herramienta eficaz en la protección de este importante patrimonio.
La Ley de Vías Pecuarias de la Comunidad de Madrid establece que en el plazo de un año desde su aprobación, que fue en 1998, debe aprobarse el Reglamento que la desarrolle. Con 20 años de retraso la Consejería de Medio Ambiente está tramitando esta norma. A juicio de Ecologistas en Acción el nuevo Reglamento es insuficiente y, en algunos aspectos, supone un retroceso en la conservación y protección de este patrimonio caminero y ambiental.
Durante el período de consulta pública abierto por la Consejería de Medio Ambiente, Ecologistas en Acción ha presentado 13 alegaciones al proyecto de Reglamento. Entre las cuestiones planteadas hay que destacar que el proyecto de Reglamento desaprovecha la oportunidad de dotarse de eficaces mecanismos de protección, recuperación y ordenación de usos de las vías pecuarias madrileñas, ahondando en el proceso de su transformación en suelo destinado a actividad económica intensiva.
El futuro Reglamento no apuesta por realizar proyectos de clasificación de las vías pecuarias modernos y actuales, ni de los municipios que aún carecen de ellos, como son los casos de Madrid o Rascafría. Esta situación dificulta o impide su conservación y defensa y permite su usurpación. La clasificación es el acto administrativo que declara su existencia. Sin la clasificación las vías pecuarias no existen jurídicamente.
Tampoco apuesta por ofrecer un Inventario de las Vías Pecuarias de la Comunidad de Madrid en el que consten las vías pecuarias clasificadas, de las que se tenga constancia histórica de su existencia, y que muestre de forma clara las fincas de reemplazo obtenidas en concentraciones parcelarias, conectadas o no al sistema de vías pecuarias. Inventario informatizado que debe mostrar de forma inequívoca la red de vías pecuarias que llegó a tener la Comunidad de Madrid (histórica) y la que tenemos en la actualidad.
El proyecto dificulta que la ciudadanía participe en el proceso de conservación de las vías pecuarias, al no ofrecer a ésta el poder formular denuncias ante problemas existentes a través de modernos sistemas informáticos.
El proyecto elimina la posibilidad de que las permutas de vías pecuarias sean informadas por la Sección de Vías Pecuarias del Consejo de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, impidiendo la transparencia y el control social de éstas.
En relación a los usos se sigue apostando por actividades altamente impactantes como las competiciones motorizadas (ralis) pese a los daños que sufren las vías pecuarias y los trastornos que causan a los ganaderos.
Tampoco se avanza en la resolución de uno de los problemas que mayor deterioro causa a la red pecuaria madrileña, las ocupaciones temporales (2.600 hasta el día de hoy. Es necesaria una regulación más selectiva en la autorización de ocupaciones, y hay que eliminar ocupaciones impropias como restaurantes, aparcamientos, gasolineras, etc. Por el contrario el proyecto de Reglamento consolida el abanico de usos (agrícolas y forestales).
El Reglamento no desarrolla procedimientos que corten por lo sano actitudes de propietarios de finas que cierran impunemente las vías pecuarias y, posteriormente, solicita una modificación de trazado de la misma para que no discurra por su territorio.
Por último el Reglamento no articula medida alguna para evitar la profunda afección que los procesos de concentración parcelaria han provocado, y pueden seguir provocando, sobre el sistema de vías pecuarias. En estas áreas se ha reducido el ancho de las vías pecuarias a un carril, perdiéndose las características de los itinerarios históricos; se han asignado fincas de reemplazo desconectadas de la red de vías pecuarias; y fincas de reemplazo como descansaderos que no cumplen requisito alguno para ser utilizadas por el ganado.
Ecologistas en Acción desea que las alegaciones presentadas sean aceptadas y el Reglamento de Vías Pecuarias mejore sustancialmente y se convierta en una herramienta eficaz para conservar y proteger este patrimonio. Para ello debe fomentarse el uso ganadero propio de estos caminos y abrirse canales de participación para que la ciudadanía, cada día más concienciada colabore en la difusión y conservación de la red pecuaria madrileña.