Pablo Iglesias e Irene Montero consultarán a las bases de Podemos sobre su continuidad en sus cargos
La polémica mediática sobre su adquisición de una residencia de 600.000 euros ha conducido al secretario general de la formación y a la portavoz parlamentaria a poner a convocar una consulta entre los inscritos en Podemos en la que se pondrá a disposición tanto sus cargos públicos como sus responsabilidades en el partido, así como sus actas de diputados.
Pablo Iglesias e Irene Montero, secretario general de la organización y portavoz del grupo parlamentario de Unidos Podemos en el Congreso respectivamente, han tomado una decisión categórica para tratar de atajar la polémica generada en torno a su adquisición de una vivienda en la localidad madrileña de Galapagar. En una rueda de prensa ante los medios de comunicación han anunciado su intención de consultar al medio millón de inscritos en Podemos sobre su continuidad al frente de sus cargos, tanto las responsabilidades internas de en el aparato de Podemos, como sus cargos públicos en el Congreso, su acta como diputados inclusive.
La ‘polémica’ comenzó el pasado jueves, cuando un diario digital de extrema derecha hizo pública la información sobre la compra de una vivienda monofamiliar en La Navata, Galapagar. Tras la difusión de la información en algunos medios más, emitieron un comunicado aportando todos los datos sobre su adquisición, así como sus razones para adquirirla.
Sin embargo, la polémica no quedó resuelta con ello. A lo largo del viernes y sábado la opinión pública continuaba con el debate y manifestaba su opinión sobre el tema privativo hecho público a través de las redes sociales de internet, al tiempo que algunos medios de comunicación continuaban girando aportando detalles en torno a la compra de la casa y la situación patrimonial de la pareja.
De esta forma y antes las críticas recibidas, pondrán en manos de las personas inscritas en Podemos la decisión sobre su continuidad, mediante la pregunta “¿Consideras que Pablo Iglesias e Irene Montero deben seguir al frente de la secretaría general de Podemos y de la portavocía parlamentaria?”. Las opciones de respuesta serán dos “Sí, deben seguir” y “No, deben dimitir de la secretaría general y de la portavocía parlamentaria y entregar su acta como diputados”.
Durante la rueda de prensa, la portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, Irene Montero, ha denunciado el acoso y derribo al que se han visto sometidos como líderes de la fuerza de oposición. “Honestamente, para nosotras eso es lo de menos porque cuando decidimos meternos en política a defender las propuestas que defendemos, ya sabíamos a lo que nos enfrentábamos”, ha señalado, tras desgranar una sucesión de situaciones y acontecimientos en los que fueron seguidos de cerca por medios de comunicación y paparazzis. “La cuestión es que se ha abierto un debate sobre nuestra credibilidad”, concluía.
La propia decisión de llamar a consulta a los inscritos de la organización sobre su continuidad a raíz de la polémica ha despertado su propio debate. Para algunos, la medida es necesaria y una demostración de otra forma de hacer política, asumiendo su vinculación con las bases del partido. Para otros, una decisión tomada de forma precipitada, que resta credibilidad al proyecto político y alimenta de forma desmesurada la estrategia ‘ad hominem’ de sus rivales, dando un calado político a algo que, a pesar del ruido, no lo tenía. De momento, la primera palabra, la decisión sobre su continuidad al frente de sus cargos públicos, quedará en manos de los inscritos.