El gobierno austriaco insinúa la posibilidad de intervenir militarmente en países africanos para “combatir la inmigración”
En unas alarmantes declaraciones, Mario Kunasek, el ministro de defensa austriaco, plantea la posibilidad de desplegar su propuesta Guardia Fronteriza de la UE (FRONTEX) en estados africanos. La psicosis migratoria de los gobiernos de Austria, Italia, Polonia o Hungría abre una guerra interna en la Unión Europea.
El ministro de defensa de Austria, Mario Kunasek, ha reavivado el intenso debate sobre la política migratoria de la Unión Europea con unas incendiarias declaraciones en las cuales ha dejado caer la posibilidad de intervenir militarmente en estados africanos para “combatir la inmigración ilegal”.
“Desde mi punto de vista, el mandato del FRONTEX debería ser cambiado en una dirección que nos permita usar a la policía y el ejército en misiones de seguridad fronteriza”, ha afirmado el ministro en una entrevista al diario austriaco Die Welt. Según Kunasek, la guardia fronteriza trabajaría principalmente en las fronteras de los estados miembros de la Unión Europea, principalmente Grecia e Italia, pero podría “desplegarse en países africanos”.
Según el ministro austriaco, el despliegue de fuerzas “ayudaría a las autoridades locales a combatir a las mafias de tráfico de personas, vigilar campos y refugiados y proteger las fronteras de países de África”. El ministro austriaco afirma que su país propondrá la introducción de la reforma del FRONTEX cuando Austria asuma la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea el próximo 1 de julio.
Conflicto político en la UE
Las declaraciones de Kunasek se producen en un momento en que los gobiernos de extrema de derecha de varios países mantienen un pulso en Bruselas para endurecer las políticas migratorias de la Unión, que ha enfrentado a Francia y Alemania con los países del bloque compuesto por Italia, Austria y Hungría.
El canciller austriaco, Sebastian Kurz, ha advertido que Austria reintroducirá controles en la frontera con Alemania. “Haremos todo lo posible para proteger nuestras fronteras”, afirmaba Kurz en una entrevista para el diario alemán Bild al tratar el tema de la posición común de Italia y Austria. “Incluido la protección del Brenner”, señalaba, en referencia a la frontera con Alemania.
Austria no se encuentra sola en su posición frente a Berlín. Este miércoles, el gobierno húngaro de Viktor Orbán planteó un paquete de leyes que imponen sanciones en forma de grandes multas e incluso penas de prisión para las personas que ayuden a refugiados e inmigrantes ilegales. Una medida que atenta directamente contra las jurisdicción internacional en materia de socorro y viola los principios de garantía de derechos humanos del Consejo de Europa y la OSCE.
Por su parte, el pulso marcado por el ministro del interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, ha encontrado apoyo en sus socios de gobierno del Movemento Cinque Stelle. En un cruce de declaraciones entre el presidente de la República Francesa y el viceprimer ministro de Italia y líder del M5S, Luigi di Maio, este último afirmaba que, “en Italia la emergencia migratoria existe y también es alimentada por Francia con sus continuos rechazos en la frontera, Macron está nominando a su país para convertirse en el enemigo número uno de Italia”.