Venezuela congela las relaciones con Brasil por la destitución de Dilma Rousseff
Venezuela congela las relaciones con Brasil por la destitución de Dilma Rousseff/ Bolivia convoca a su embajador en Brasil tras impeachment /Rafael Correa calificó como “traición” la destitución de Rousseff
Venezuela congela las relaciones con Brasil por la destitución de Dilma Rousseff
El Gobierno de Venezuela congeló las relaciones con Brasil a raíz de la destitución de Dilma Rousseff resuelta por el Senado de ese país que, para Caracas, constituye un golpe de Estado, según un comunicado emitido por la cancillería venezolana. “Venezuela, en resguardo de la legalidad internacional y solidaria con el pueblo de Brasil, ha decidido retirar definitivamente a su embajador en la República Federativa de Brasil, y congelar las relaciones políticas y diplomáticas con el Gobierno surgido de este golpe parlamentario”, dice el texto.
Venezuela considera este acto un “golpe de Estado parlamentario” que “peligrosamente” ha sustituido la voluntad popular. El comunicado del Ministerio de Exteriores de Venezuela argumenta que este proceso plagado de “artimañas jurídicas” fue alimentado por las “oligarquías políticas y empresariales” en alianza con “factores imperiales”.
Venezuela expresa además solidaridad con Rousseff, a la que considera la “mandataria más honesta” que ha tenido ese país, y con los millones de votantes que la eligieron presidenta. El Gobierno de Nicolás Maduro advierte además que iniciará consultas para apoyar al pueblo brasileño.
Bolivia convoca a su embajador en Brasil tras impeachment de Rousseff
Rafael Correa calificó como “traición” la destitución de Rousseff
Por su parte, el Gobierno ecuatoriano de Rafael Correa condenó la destitución de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a través de un comunicado emitido por la Cancillería. “El Gobierno del Ecuador condena los acontecimientos políticos acaecidos en la República Federativa de Brasil, que en las últimas horas han resultado en la separación definitiva de su cargo de la Presidenta constitucional Dilma Rousseff, legítima depositaria del mandato popular”. La destitución de Rousseff fue aprobada con 61 votos de 81 senadores presentes, según el registro electrónico de la sala del Senado brasileño. Asimismo, Ecuador rechazó “la flagrante subversión del orden democrático en Brasil” y consideró lo ocurrido como “un golpe de Estado solapado”. “Políticos adversarios y otras fuerzas de oposición se confabularon contra la democracia para desestabilizar al Gobierno y remover de su cargo de forma ilegítima a la presidenta Dilma Rousseff”, agrega el documento. El Ministerio de Exteriores del país andino calificó de “espurio” el procedimiento de destitución llevado adelante en la instancia legislativa, pues no cumplió con el requisito fundamental de probar que la mandataria cometió delitos de responsabilidad. En virtud de ello, “el Gobierno del Ecuador no puede soslayar el hecho de que un número importante de los decisores en el proceso de juicio político a la presidenta están siendo investigados por graves actos de corrupción”. Ante estos hechos, Quito decidió llamar en consulta a su encargado de negocios en Brasil. “Estos lamentables sucesos, inaceptables en pleno siglo XXI, suponen un serio riesgo para la estabilidad de nuestra región y constituyen un grave retroceso en la consolidación de la democracia, que tanto esfuerzo y sacrificio ha significado para nuestros pueblos”, añade el documento.