Brasil: 20 días de huelga de hambre por la libertad de Lula

Cristiane Sampaio, 19 de agosto de 2018.

Huelguistas y partidarios durante un acto celebrado el domingo (19), en Brasilia (DF) – Crédito: César Ramos / Contag.
Los huelguistas y los partidarios durante el acto celebrado este domingo en Brasilia (DF) / César Ramos / Contag.

Los siete militantes de movimientos populares que están en huelga de hambre desde el 31 de julio en Brasilia (DF) continúan recibiendo diariamente visitas y manifestaciones de apoyo.

Este domingo (19), fue el turno de los huelguistas contar con la presencia de cerca de 120 representantes de la Escuela Nacional de Formación de la Contag (Enfoc), la Confederación Nacional de los Trabajadores en la Agricultura.

Dirigentes y estudiantes de la institución están de viaje a Brasilia para la realización de un curso y aprovecharon la oportunidad para manifestar solidaridad al grupo.

La estudiante Flaviana Almeida, de Maranhão, considera que la iniciativa de los huelguistas representa un ejemplo para la militancia política y popular. Para ella, la visita de la delegación al grupo fortalece las acciones de quienes actúan en las fronteras por la garantía de derechos. “Es una renovación de las energías para continuar en la lucha”, afirma.

El ejemplo de solidaridad también transpone las fronteras nacionales. Además de reunir a estudiantes de diferentes estados, la delegación de Contag llevó a militantes de otros países para prestar apoyo a los huelguistas.

Es el caso de la estudiante Marta Lopes, de Paraguay. En las entrevistas a Brasil de Fato, destacó que el punto principal de la agenda de la huelga, la liberación del ex presidente Lula (PT), exige una articulación conjunta de diferentes fuerzas nacionales e internacionales. “Consideramos que es una causa internacional. Brasil es grande y es un expediente de lucha para nosotros. Eso significa mucho “, afirma.

Durante la visita de los militantes, se realizó un acto político en el lugar donde los huelguistas están alojados, en el Centro Cultural de Brasilia (CCB), en el que participaron también parlamentarios, juristas y otros partidarios. “Estamos aquí sólo retribuyendo el alimento que ellos nos proveen cada día para saciar nuestro hambre de justicia. “Estamos diciendo que estamos en una gran corriente para que podamos traer la justicia de vuelta a este país”, destacó la diputada federal Erika Kokay (PT-DF).

Durante la celebración, los huelguistas fueron invitados a bendecir una caja de semillas de jatobá destinadas a asentamientos de movimientos populares en el Distrito Federal. La solicitud vino del voluntario José Ivan Maia de Aquino, de la “Acción Ciudadanía contra el Hambre, la Miseria y la Vida”, campaña creada por el sociólogo brasileño Herbert de Sousa, el Betinho.

Aquino destacó que las semillas representan la conexión con la tierra y la multiplicación de los alimentos como símbolo del combate al hambre. “Las cosas inmateriales tienen una fuerza, una potencia, y la simbología de la bendición es como si fueran energías positivas”, complementa.

Al final del acto, los militantes en huelga agradecieron la solidaridad y reforzaron que la protesta sigue por tiempo indefinido. El domingo, 19 de agosto, los huelguistas cumplen veinte días sin comer.

“En el fondo, lo que alimenta al ser humano no es lo que sostiene el cuerpo. Sin duda, la gente pasa a tener una capacidad de resistencia mayor que lo que uno se imagina “, afirmó la huelga Rafaela Alves, del Movimiento de los Pequeños Agricultores (MPA).

La huelga de hambre es articulada por movimientos de la Vía Campesina, por el Levante Popular de la Juventud y por la Central de Movimientos Populares (CMP).

El foco de los militantes que entraron en huelga en defensa de la libertad de Lula es conseguir que el Supremo Tribunal Federal (STF) ponga en votación las acciones declaratorias de constitucionalidad (ADC) que cuestionan la detención tras juicio de segunda instancia.

Colocar las ADCs en la agenda del plenario depende de la presidenta de la Corte, ministra Carmen Lúcia.