Publicado en el BOE el Real Decreto que establece la exhumación de los restos del dictador Franco
El decreto establecido por el ejecutivo consistente en un artículo único, modifica la Ley de Memoria Histórica para establecer que en el conjunto monumental del valle de Cuelgamuros conocido como Valle de los Caídos “sólo podrán yacer los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil española”.
Después de meses de travesía finalmente el gobierno ha establecido mediante un Decreto Ley, publicado esta mañana en el Boletín Oficial del Estado, la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del conjunto monumental situado en el valle de Cuelgamuros.
El real decreto establece un plazo de 15 días para que “los interesados a fin de que se personen en el procedimiento y aleguen lo que a sus derechos o intereses legítimos pudiese convenir”, y establece el mismo plazo para que los familiares del dictador decidan, si así lo consideran, el nuevo emplazamiento de los restos. De no comunicar ninguna decisión al respecto, será el propio gobierno quién decida dónde se depositarán a partir de este momento.
Así mismo, establece que tras los quince días de alegaciones, el traslado de los restos tendrá que realizarse en un periodo de 12 meses.
“Lugar destinado a la conmemoración, recuerdo y homenaje”
No menos importante aunque haya recibido menos atención, centrada en el destino de los restos del dictador, el real decreto parece establecer cuál será el futuro de la totalidad del conjunto escultórico del denominado Valle de los Caídos. En el preámbulo del real decreto se establece que se “consagra el Valle de los Caídos como un lugar destinado a la conmemoración, recuerdo y homenaje a los fallecidos en la Guerra Civil, disponiendo que solo los restos mortales de éstos podrán yacer en su recinto”. De hecho, la justificación legal establecida para la exhumación del dictador es que “en el Valle de los Caídos sólo podrán yacer los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil española”.
Con este reglamento, el gobierno parece apostar por un nuevo proyecto de reconversión del conjunto monumental establecido durante la dictadura como obra cumbre de la exaltación del régimen dictatorial emanado de la guerra civil española. El gobierno cumple de esta manera su intención de reconvertirlo en “un lugar en favor de la paz y la reconciliación”, alejando otras alternativas planteadas durante el debate que incluían la desacralización del espacio o su completa desmantelación.